El Quabit BM Guadalajara ha conseguido una trabajada victoria ante Academia Octavio por 25-24, en un partido con alternativas, sequías goleadoras por ambos bandos e innumerables exclusiones.
Comenzó el Quabit algo espeso el choque, y bien plantada la defensa 6-0 de Academia Octavio. Antes de cumplirse los seis minutos de juego, Rasic había sufrido ya dos exclusiones, y su equipo tan solo sumaba un gol. Entretanto, los vigueses se mostraban acertados desde todas las posiciones.
Mejoraba con el paso de los minutos la defensa del Quabit, pero persistían la falta de ideas y la lentitud en el ataque. Mateo Garralda decidió detener el crono. Ordenó presión en toda la pista, y desconcertó a los vigueses, que se pasaron nueve minutos sin marcar, hasta que Fran González logró batir a Jorge Gómez.
Fontenla desde el extremo, los siete metros y la posición de pivote, y Radulovic con su letal brazo izquierdo, espolearon a los suyos, dirigidos magistralmente por Sergio de la Salud. Enrique Domínguez pidió tiempo muerto cuando el Quabit ponía ya tierra de por medio (10-8).
En la segunda mitad, los gallegos cambiaron de portero. De nuevo erráticos y lentos, los locales vieron cómo Academia Octavio se aproximaba en el luminoso. Las exclusiones consecutivas de Nenadic y Radulovic hicieron el resto, y llegó el empate a 16.
Varios latigazos de Bozalongo pusieron las cosas en su sitio, y el Quabit volvió a mandar en el partido. Pero los gallegos nunca le perdieron la cara, y lanzados por los goles de Fran González continuaban acechando. De hecho, Mateo Garralda no lo veía claro, y llamó a sus jugadores para reordenar el juego.
Transcurrieron casi cuatro minutos sin goles en la cancha, hasta que despertó Radulovic. Los vigueses atravesaban de nuevo una sequía, y el Quabit se marchó una vez más (24-20). Entonces el tiempo muerto lo pidió Quique Domínguez. Y sus jugadores lograron ponerse a tan solo un gol.
No fue suficiente. Los locales no veían puerta, pero De la Salud les regaló una trabajada victoria con un gol en penetración. Academia Octavio desaprovechó una superioridad, tras la segunda exclusión de Bozalongo y una posesión de veinte segundos, que terminó en polémica cuando los colegiados no vieron una posible falta a Polakovic en la línea de seis metros.
Los alcarreños, con seis puntos, se despegan de los gallegos, un rival directo en la lucha por soñar con algo más que salvar la categoría.