La atleta olímpica Vanessa Veiga, reciente ganadora del Maratón de Madrid y una de las deportistas galardonadas con la medalla de oro en los Premios al Mérito Deportivo en Castilla-La Mancha 2012, ha dicho que esta distinción es «el broche de oro a una temporada perfecta».
Veiga señala que recibir este reconocimiento de Castilla-La Mancha es «un orgullo».
«Que te valoren tu trabajo y tu esfuerzo es un todo un honor, y que sea la medalla de oro es genial: un broche de oro a una temporada perfecta», asegura la atleta galleta afincada en Toledo y esposa del atleta toledano Julio Rey, récord de España de maratón.
Los premios y distinciones al Mérito Deportivo de Castilla-La Mancha son unos reconocimientos instituidos por el Gobierno de esta comunidad autónoma, y en los correspondientes a 2012 son 62 los deportistas o clubes galardonados en veintiocho modalidades deportivas, los que participaron en los juegos olímpicos de Londres.
Todavía no hay fecha asignada para su entrega porque hay que cuadrar las fechas de todos los deportistas, explica la corredora que, aunque gallega de nacimiento, se siente también toledana.
«Toledo es mi casa, llevo 14 años viviendo aquí y estoy muy integrada. Aquí tengo mi vida, mi familia, mis hijos y un montón de amigos que me ayudan día a día a seguir trabajando con la misma ilusión», comenta.
Vanessa Veiga tiene todavía muy fresco su reciente triunfo de abril en el Maratón de Madrid, y rememora asimismo su participación en los juegos olímpicos de Londres el verano pasado, donde, recuerda: «No me salió muy bien la carrera».
«He tenido que estar nueve meses, como un embarazo, esperando para volver a ponerme un dorsal de una maratón en la que tenía puestas muchísimas ilusiones», señala la atleta.
«Había trabajado mucho, y terminar con una carrera tan bonita como la de Madrid ha sido una gran recompensa para el trabajo que había hecho, no solo para esa maratón, sino en el tiempo que llevo corriendo», explica.
FERNANDO REY «SINTIÓ UNA ALEGRÍA INDECIBLE»
Justo detrás de ella cruzando la meta del maratón madrileño aparece en todas las fotos, brazos en alto celebrando el triunfo, su cuñado Fernando, quien, sintió «una alegría increíble».
«Sabíamos que era muy difícil, salimos a ayudarla, pero ella tenía que poner todo el esfuerzo y lo tenía que luchar», indica Fernando Rey, quien ha reconocido que se emocionó al cruzar la meta tras Vanesa y que todavía están celebrándolo y disfrutando del triunfo.
La atleta aún no sabe cuál será su próximo reto, pero sí que será algún maratón antes de fin de año.
«Barajo varias. Está claro que me gusta muchísimo correr en España, tener el cariño de los españoles es muy emotivo y me llena mucho», dice Veiga, que se decanta por Valencia, que sería «un escenario muy bonito, con muchos compañeros y amigos», o repetir Castellón, donde debutó en la maratón y que le salió «muy bien».
Fuera de España baraja Berlín, «que dicen que es uno de los mejores maratones del mundo, de los más rápidos», o Amsterdam, donde tiene «una espinita clavada» porque fue donde se retiró su marido, el plusmarquista de España de maratón, que reconoce que «los récords están ahí para batirlos».
«Yo ya lo hice en mi día. Por el bien del deporte y la progresión está bien superar récords. Algún día llegará un atleta español y lo batirá», afirma Julio Rey, marido de Vanessa, y que tienen tres hijos.
La atleta compagina por tanto los entrenamientos con el cuidado de su familia y, con humor, comenta que le gusta mucho el punto de cruz y que cree que eso tiene algo que ver.
Pero reconoce que su gran apoyo es su familia: su suegra que le echa una mano «muy grande», el entrenador es su suegro y se adapta a sus necesidades, y tiene a Julio a su lado, «que entiende perfectamente lo sacrificado que es esto, y también pone su granito de arena. Es un trabajo en equipo y la verdad es que sacrificándonos mucho, pero como cualquier mujer trabajadora con hijos».
No obstante, reconoce que «al final el peso de la familia y de la casa sigue siendo de la mujer. Por mucho que digamos somos un país muy machista y el peso siempre lo lleva la mujer», dice Vanessa, que compagina trabajo y familia «haciendo malabares como todas las mujeres trabajadoras de este país».