La corredora gallega toledana de adopción Vanessa Veiga se está preparando ya para correr un maratón cuyo nombre aún no puede desvelar, que se celebrará a finales del próximo mes de abril.
Vanessa Veiga ha tenido un comienzo de año muy accidentado debido a problemas familiares y físicos. Respecto a los segundos, parecía que sufría alguna dolencia en el glúteo que al final desembocó en el tendón de aquiles. Todo lo cual la llevó a tener que renunciar a pruebas como el medio maratón de Granollers, ya que no quería «repetir el error» que cometió al disputar en Tarrasa, donde corrió «mal», confiesa.
Ahora ya está mejor, sin molestias y poniéndose a tono poco a poco. Así, este fin de semana va a correr seis kilómetros en Gerindote; tras ello, va a hacer de liebre en el medio maratón de La Coruña el 22 de febrero (donde deberá hacer un tiempo, votado por los participantes, de 1:30) la antesala de su participación en los 10 kilómetros también de la capital coruñesa, en el tercer fin de semana de abril.
Lo siguiente será la carrera del Taller en Madrid el 8 de marzo, sobre 10 kilómetros.
La atleta gallega quiere que este sea otro gran año para ella, como el anterior, en el que reverdeció viejos laureles ganando entre otras citas el Maratón de Madrid. El caso de Vega es muy peculiar, ya que se mantuvo hasta siete años apartada de las pistas cuidando a sus hijos. Pero volvió, y de qué manera.