Entre los españoles que hay atrapados en la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus que ha dejado hasta ahora más de 100 muertos y casi 7.000 infectados, se encuentra aún Pedro Morilla Pineda, quien fue exjugador y entrenador del Talavera.
Morilla es actualmente director deportivo del Wuhan Shangwen, su último destino después de entrenar al Granada. Vive en un residencial a las afueras de la ciudad junto al resto de los españoles que forman parte de la plantilla del club chino.
Hace cinco días que Wuhan es una ciudad incomunicada con el resto del mundo, una urbe de 11 millones de habitantes.
Sobre la posibilidad de que pueda ser repatriado, lo más fresco informativamente hablando, tal y como informaba hoy martes el diario El País, es el tuit que han recibido de la ministra de Exteriores, Arancha Gonzalez Laya, un mensaje que incluía por primera vez la palabra «repatriación». Es decir, aparece la esperanza para ellos.
«Ojalá, aunque una vez allí tengamos que hacer todo tipo de pruebas», ha dicho Morilla. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha dicho que el Gobierno decide hoy mismo cuándo se llevará a cabo la repatriación.
Morilla vive junto a sus compañeros encerrado en casa para evitar el contacto con otras personas. Solo sale para comprar comida a una tienda cercana, que cada vez, obviamente, tiene menos víveres. Si quiere salir a la calle tiene que usar mascarilla y mantener mucha higiene manual. Al entrar y salir del recinto le toman la temperatura.
Ninguno de los 700 niños del club con los que trabajan Morilla y sus compañeros está infectado, una buena noticia. «Muy importante para nosotros» dice el «ex» del Talavera.