La Federación de Empresarios de Toledo (Fedeto) ha pedido hoy que los empresarios sean escuchados cuando se deban adoptar medidas que les afecten de forma directa e indirecta, pues a su juicio, tomar medidas al margen de la opinión de las empresas sería «una grave equivocación».
El presidente de Fedeto, Ángel Nicolás, ha lanzado esta petición en su discurso ofrecido en la Asamblea General de la patronal toledana de 2015, en el que ha afirmado que a los empresarios les preocupa «las incertidumbres» y «las medidas que puedan proponerse», pues «su mero anuncio provoca un impacto inmediato en diversas variables que afectan» a la economía.
En este sentido, ha afirmado que los empresarios no dudan de que en el terreno de las propuestas «todos proponen sus recetas para hacer las cosas lo mejor posible, desde la mejor voluntad y convencidos de que serán positivas».
«No dudo que habrá que hacer lo que deba hacerse, pero los empresarios pedimos que se haga de forma razonada y razonable y, sobre todo, con acierto, con eficacia y con eficiencia«, ha solicitado Nicolás, que ha advertido de que la economía castellanomanchega es «muy sensible» y en ella «todo está interrelacionado».
De este modo, ha señalado que «cada nueva medida en lo económico tiene sus efectos en otras muchas facetas de la sociedad ya sea a corto, medio o largo plazo» y, por ello, ha apelado a «la prudencia y a la moderación en los planteamientos, sobre todo, en los planteamientos económicos».
Tras esta reflexión, Nicolás ha solicitado que los empresarios sean escuchados «cuando se vayan a adoptar decisiones acerca de qué debe permanecer y qué no, y de qué hay que cambiar y a qué ritmo».
Así, ha pedido que los empresarios sean consultados cuando se adopten medidas que les afecten de forma directa, como impuestos o mercado laboral, y también en aquellas iniciativas que les puedan repercutir de forma indirecta, «sobre todo si implican nuevos esfuerzos».
«No vaya a ser que no se ponderen bien y se expriman, aún más, las debilitadas cuentas de resultados empresariales», ha advertido.
Sin embargo, ha considerado que los empresarios no deben conformarse con ser escuchados, sino que deben ser «capaces de escuchar», de forma que «el diálogo y el consenso deben imperar por encima de todo».
En esta línea, Nicolás también ha lanzado algunas propuestas, como aliviar la carga impositiva, pues a su juicio «es la hora de las políticas de estímulos fiscales» y, en concreto, ha considerado que «es la hora de racionalizar lo que se paga en cotizaciones sociales» que ha definido como «un impuesto sobre el trabajo».
También ha calificado de «necesario y urgente» tender a la «simplificación frente a la cada vez mayor complejidad de las normas y de los procesos burocráticos».
En cuanto a la situación de la economía toledana, Nicolás ha especificado que el sector primario «atraviesa una situación que sigue siendo muy complicada, con descensos del 7 por ciento en su valor de producción», mientras que en el sector industrial, aunque creció un 0,8 por ciento en 2014, sube por debajo de la media nacional, que se fija en el 1,5 por ciento.
El sector servicios, según Nicolás, «empieza a mejorar, pero todavía no lo suficiente», y ha puesto como ejemplo que las tasas medidas del comercio minorista son negativas entorno al 1 por ciento y, por su parte, el sector turístico, «en el que las cosas parece que van algo mejor», hay descensos respecto a 204, aunque mejora un 20 por ciento respecto a 2013.
Nicolás ha reivindicado el papel protagonista de los empresarios en la economía y ha afirmado: «somos necesarios ya que «gracias a nuestro trabajo y esfuerzo, creamos riqueza y empleo cuando las circunstancias lo permitan».