Hay sueños que, en ocasiones, se convierten en realidad. Como le puede ocurirr a Ignacio Elduayen, el protagonista de esta historia. Propietario del aeródromo de Casarrubios del Monte, sabe que todo va encaminado a que este espacio de tierra en la provincia de Toledo en el que muchos aficionados aprenden a volar se puede convertir, nada más y nada menos, que en el segundo aeropuerto de Madrid porque es necesario darle un respiro al mítico Adolfo Suárez-Barajas siempre y cuando salga adelante el proyecto que un grupo de empresarios ultima. Sería el aeropuerto Madrid Sur, con 148 millones de inversión inicial.
Ignacio Elduayen nos enseña desde el aire el actual aeródromo de Casarrubios y el terreno que serviría de ampliación para el futuro segundo aeropuerto de Madrid. (Imagen: Rebeca Arango).
O, lo que es lo mismo, el actual aeródromo de Casarrubios podría ser un aeropuerto a solo 30 kilómetros de Madrid, un proyecto que podría ser una realidad en 2023. Solo 10 años después, en 2033, podría dar cobertura a 55.000 vuelos al año (lo que supondría 140 operaciones diarias de aviones comerciales) y atender a siete millones de pasajeros. Por citar solo algunas cifras…
[ze_gallery_info id=»271836″ ]Así apareció Ignacio Elduayen por Casarrubios del Monte…
Pero, ¿quién es Ignacio Elduayen? «Un navarro que lleva muchos años en la provincia de Toledo», tal y como contó a encastillalamancha.es el viernes 19, cuando nos recibió sobre el terreno. «Llegué aquí por mi afición al mundo de la aviación. Cuando era un niño, mi padre me llevaba para que le echara una mano en las viñas y hasta allí, en mi Navarra natal, en las Bárdenas Reales (un paraje semidesértico), iban los aviones del Ejército español a hacer prácticas de tiro. Aquello me emocionó tanto, ver los aviones de combate… Me impactó».
Ya de mayor llegó a Madrid y después de mucho trabajar «pude entrar en el mundo de la aviación». Se puso a buscar terrenos para un aeródromo y llegó hasta la provincia de Toledo en su límite con Madrid, a Casarrubios, muy cerca de El Álamo, «un lugar privilegiado, entre dos comunidades autónomas (Castilla-La Mancha y Madrid), en el que queremos que el mundo de la aviación crezca. Sí, sería cumplir un sueño…».
Ignacio Elduayen explica a encastillalamancha.es cómo puede ver cumplido un sueño de niño.
Y los planes para el nuevo aeropuerto son…
A la actual pista de 1.000 metros, que se ampliaría, se unirá una nueva, de 3.200 metros, que iría en paralelo a la actual. En una primera fase se han calculado 50.000 metros cuadrados de terreno para hangares de mantenimiento de aviones. Y ojo a esta cifra: si en estos momentos hay unas 300 personas trabajando en el aeródromo, se calcula que en 2.033 habría 5.600.
Solo en mano de obra y para llevar a cabo todo el desarrollo logístico harían falta unas 12.000 personas de forma directa (sobre el terreno) o indirecta (subcontratas). Hablamos de empleo que realizarían la urbanización de la zona, la construcción de hangares, de naves…
Habrá unos 10.000 metros cuadrados para aulas de formación de pilotos y residencia universitaria, donde se alojarían los estudiantes de aquellas universidades con grado aeroespacial.
De las 40 hectáreas actuales en Casarrubios al futuro aeropuerto de entre 1.000 y 1.200
El aeropuerto, en total, ocuparía entre 1.000 y 1.200 hectáreas. Teniendo en cuenta que el aeródromo cuenta en la actualidad con 40 hectáreas… ¿Se imaginan ya el volumen del nuevo proyecto? Un aeropuerto a camino entre Madrid y Toledo.
«Sí, es mi sueño», recalca Ignacio Elduayen…
La empresa que quiere convertir ese sueño en realidad es Air City Madrid Sur, cuyo consejero delegado es Javier Ruedas. Las negociaciones están muy avanzadas y el proyecto cuenta con el visto bueno tanto de la Comunidad de Madrid (gobernada por el PP) como por la de Castilla-La Mancha (PSOE-Podemos); cosa que no había ocurrido en al menos un intento anterior, cuando el presidente de CLM, Emiliano García-Page, trató de llegar a un acuerdo con la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, la «popular» Cristina Cifuentes.
Ahora el proyecto debe superar los estudios ambientales, han de tramitar con el Ministerio de Fomento la compatibilidad aérea y superar un análisis de la afección del aeródromo sobre otros.
Air City Madrid Sur cuenta con un capital social de 500.000 euros.
Quedan pocas cosas «en el aire» y en unos años puede ser una realidad después de casi una década trabajando sobre el terreno.
Ahora solo falta saber cuándo despegará definitivamente… Y el sueño de Ignacio, experto piloto que incluso ha hecho maravillas en el mundo de la acrobacia aérea, se hará realidad.