La cara y la cruz. Agobiado por las deudas, la falta de pasajeros y la mala planificación, el aeropuerto de Ciudad Real exhibe su fracaso por toda España. Mientras, desde el modesto aeródromo de Casarrubios reclaman permiso para convertirse en aeropuerto, convencidos de que generarán 1.000 empleos y un gran negocio. Es ésta una opinión que comparte el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que considera el desarrollo de esta instalación el «petróleo» de Castilla-La Mancha.
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, reconocía en la entrevista concedida a encastillalamancha.es que sobre el proyecto del aeropuerto en Casarrubios del Monte “no podemos permitir que nos pise Madrid aunque nos podemos entender con ellos” y afirmaba que “ese suelo y la capacidad aérea que tenemos ahí probablemente sea más importante en el PIB regional, si lo hacemos bien, que si hubiéramos descubierto petróleo”.
De momento, en el aeródromo de Casarrubios (propiedad de la empresa Aerohobby, S.L.) continúan trabajando para lograr los permisos que autoricen abrir más pistas. “Estamos trabajando tanto en el tema aeronáutico como en el urbanístico”, confirmaba a ECOS desde Aerohobby Ignacio Elduayen.
Los propietarios del aeródromo creen en el proyecto del aeropuerto, confían en las posibilidades que tiene una infraestructura de este tipo en la provincia, son conscientes de los beneficios económicos que alcanzaría Castilla-La Mancha con ella… Por ello “no vamos a parar” hasta lograrlo.
Aseguran que supondría una gran oportunidad de negocio, donde se podrían llegar a crear 1.000 empleos directos, sin contar los indirectos, ya que “sería como una miniciudad” donde las empresas que se instalen necesitan de un taller, una gasolinera, un restaurante, oficinas…
Elduayen aseguraba que “es una oportunidad de negocio de futuro” y, por su situación estratégica y su proximidad a Madrid, “no tendrá nada que ver con Ciudad Real. No será una ruina”.
Para desarrollarlo se calcula que con una inversión de unos 50 millones de euros lograrían convertirlo en el segundo aeropuerto de Madrid pero con una gran diferencia, que sería castellano-manchego y, por tanto, su beneficios se quedarían directamente en la región. “Puede llegar a ser un PIB importante para Castilla-La Mancha”, indicaba Elduayen, quien explicaba que, aunque no se pueden comparar con él, “Barajas supone el 2 por 100 del PIB de España”.
El aeródromo sigue teniendo gran demanda, a la que de momento no se puede responder porque “estamos con los trámites burocráticos” para ampliar las pistas. Ésa es la primera fase del proyecto que se completa con la urbanización de los terrenos, pero antes tienen que llegar los permisos.
“Todos están informados (Ayuntamiento, Junta de Comunidades…) del proyecto y están a favor…”, matizaba Elduayen, quien confía que se dará un impulso al aeródromo a partir del mes de enero.
Al final, el pasado verano no se ejecutó la opción de compra que había sobre el aeródromo, por lo que en estos momentos “se ha quedado libre de cargas”.