Asaja Castilla-La Mancha ha afirmado que tanto la región como el país tienen un problema «grande» a futuro con el modelo productivo, por lo que se marca como hoja de ruta para el próximo curso político, potenciar el modelo productivo de la región y hacer un plan de distribución hídrico para acceder al regadío y seguir produciendo alimentos «de calidad».
Así lo ha asegurado en el transcurso de una rueda de prensa el presidente regional de Asaja, José María Fresneda, acompañado por parte del Comité regional de la Asociación, que tras todos los procesos electorales vividos ha mostrado su voluntad de hacerse «fuerte» como organización para evitar el «error» de depender de la clase política.
Piden que el asunto del agua se resuelva con la comunidad científica
Durante su comparecencia, en materia hidráulica, Fresneda ha afirmado que «lo mejor es hablar menos de agua mientras siga tan politizada» porque, bajo su punto de vista, se ha convertido en una expresión ideológica que no tiene en cuenta las necesidades de los agricultores.
«Por eso pedimos que se resuelva, a nivel nacional, un modelo de vertebración hídrica que esté en manos de la comunidad científica. A partir de ahí, inversiones en infraestructuras y compensar el histórico déficit hídrico que sufre esta región», ha manifestado.
Pide al Ministerio y CCAA que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria
En relación al viñedo, tal y como acordó la última sectorial celebrada en Tomelloso, el presidente regional de Asaja ha señalado que ha cambiado la estrategia de la organización.
«Nuestro problema no es el vino, sino lo que hace que haya vino, es decir, una viña, un agricultor y sus circunstancias. Tenemos que hacer un plan de viñedo de la región partiendo de lo único que nos importa: el agricultor y su viña».
En este sentido, ha incidido en el cumplimiento de la ley, en mejorar la rentabilidad de las explotaciones vitivinícolas y en modificar los términos del seguro de uva de vinificación.
Sobre el primer punto, Asaja asegura que la Ley de la Cadena Agroalimentaria no funciona porque «ni Ministerio, ni comunidades autónomas se hacen cargo de que se cumpla, tal y como marca la propia ley. Si se cumpliera toda la normativa vigente, nos ahorraríamos muchos problemas».
En segundo lugar, y en relación a la rentabilidad de las explotaciones vitícolas, ha señalado que «si los precios no respaldan los costes, difícilmente los viticultores pueden hacer un viñedo rentable, cosa que no ocurre con el resto de eslabones de la cadena, a los que sí les cuadran las cuentas».
Por último, ha recordado que, de cara a la próxima campaña de vendimia, tienen previsto solicitar reuniones con las cooperativas y el sector industrial. «No vamos a entrar en su gestión, pero sí en la rentabilidad del sector productor».
Interlocución con el nuevo consejero para resolver problemas
Con todo, se ha referido a la situación política para indicar que a nivel regional el Gobierno de Castilla-La Mancha está «consolidado» con un nuevo consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, «muy dialogante», «comprometido» y que conoce «perfectamente» al sector.
«Nada que decir, solo le hemos planteado que la Consejería necesita una capacidad de gestión potente para resolver los problemas que tiene la agricultura con las ayudas o la PAC», ha dicho, para resaltar que eso pasa por un proceso de diálogo abierto no solo con el consejero sino también con los directores generales y la Viceconsejería.
Así, tras la primera toma de contacto, ha explicado Fresneda, el Comité Ejecutivo Regional mantendrá en las próximas semanas una reunión institucional con el nuevo consejero para trasladar la posición de la organización agraria con respecto a los temas anteriormente explicados, así como marcar el rumbo de la interlocución con dicha Consejería.
Una situación regional que ha contrapuesto con la «incertidumbre» a nivel nacional al no haber gobierno, por lo que ha dicho que Asaja estará cerca de la Unión Europea y trabajará en preparar una propuesta de modificación intermedia de la PAC anteponiendo el intentar eliminar las trabas que hacen que una explotación no sea rentable.