El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha avanzado que Castilla-La Mancha recibirá dentro del plan de transformación, recuperación y resiliencia con cargo a los fondos dispuestos por la Unión Europea un total de 36,4 millones de euros dirigidos a la modernización de un total de 6 sistemas de regadío.
Durante una visita a las obras en los regadíos de Illana y Leganiel, en la frontera entre Guadalajara y Cuenca, ha defendido que esta inversión va dirigida a conseguir «una mejor utilización» del agua en el campo, de forma que «consiga seguir sacando adelante la joya de la corona» de España, que es «el sector agroalimentario».
Regadío «moderno y sostenible»
Planas hacía estas declaraciones en su visita a unas obras que, tal y como ha reivindicado, están al 88% culminadas y forman parte de una actuación «compleja e interesante», quizá «la más importante» de este tipo de conversiones a regadío en los últimos tiempos.
Obra importante «por sus características técnicas» y que, según la estadística, puede lograr hasta seis veces más productividad, cuatro veces más riqueza y tres veces más empleo.
«El regadío es presente y es futuro, y evidentemente necesitamos caudales de agua. Todo ese tipo de obras que estamos efectuando son una oportunidad para la sostenibilidad de futuro. La agricultura que estamos practicando y que vamos a hacer tienen que ser sostenibles, tenemos que producir más alimentos y más bebidas con menos recursos y para más población», ha señalado.
El regadío, según planas, «tiene que ser moderno y sostenible», un tablero en el que España es, junto a Israel, «los que mejor tecnología del agua están desarrollando».
Ha apuntado en este sentido que el desarrollo del regadío pasa obligatoriamente por apuntalar las energías renovables en el campo. «Para que funcione el bombeo se necesita energía, y esta energía será más abordable a través de las renovables«, ha abundado.