El número de comunidades autónomas adheridas al Instrumento Financiero de Gestión Centralizada (IFGC) se ampliará en siete en el marco de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027, una de ellas Castilla-La Mancha, que ha ya firmado el acuerdo de financiación.
Con estas siete comunidades autónomas serán diez las que ofrezcan este sistema de créditos ventajosos para promover la inversión y la actividad económica, ha informado en una nota de prensa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)
Asimismo, el departamento ministerial ha indicado que ha firmado, a través de la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, los acuerdos de financiación del IFGC con los consejeros del ramo de las tres comunidades que ya estaban adheridas, Castilla y León, Extremadura y Galicia.
También lo ha firmado con Aragón y Castilla-La Mancha, que se incorporan por primera vez, y en las próximas semanas está previsto que refrenden sus respectivos convenios el Principado de Asturias, Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana e Islas Baleares.
El Plan Estratégico de la PAC para España dota el Instrumento Financiero de Gestión Centralizado con 128 millones de euros de gasto público total.
Esta línea apoya las inversiones en mejora de las explotaciones, comercialización y transformación de productos agroalimentarios, modernización o creación de regadíos, proyectos forestales, instalación de jóvenes y nuevos agricultores o proyectos Leader.
Una vez suscrito los acuerdos con el Ministerio, las autonomías pueden publicar sus respectivas convocatorias.
Las intervenciones apoyadas por el IFGC en cada comunidad autónoma pueden consultarse en la web del Ministerio.
¿Qué es el IFGC?
El Instrumento Financiero de Gestión Centralizada (IFGC) es una vía de financiación en condiciones ventajosas para agricultores, ganaderos, selvicultores, industrias agroalimentarias e, incluso, para el establecimiento de jóvenes.
El apoyo financiero ofrecido por el IFGC consiste en la prestación de garantías para los préstamos, de tal manera que se supere una de las trabas que habitualmente resulta más limitante para el acceso al crédito.
Gran parte del riesgo (el 80 %) es asumido por el IFGC y no por las entidades bancarias, y también recoge la bonificación de intereses.
Otros rasgos que lo caracterizan son la agilidad en su tramitación o la escasa carga burocrática que supone para el solicitante