Dos aceites de oliva vírgenes extra españoles de las provincias de Ciudad Real y Jaén han sido reconocidos con el premio a la calidad Mario Solinas de 2025 para el hemisferio norte, que otorga el Consejo Oleícola Internacional (COI), mientras que la empresa toledana La Pontezuela ha resultado galardonada con el primer premio dedicado a los pequeños productores
El primer premio en la categoría de verde intenso ha recaído en un aceite de la cooperativa olivarera Colival de la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real), mientras que el mejor verde medio ha sido un aceite de la cooperativa Sierra de la Pandera de Los Villares (Jaén).
La organización ha anunciado este miércoles a los ganadores de esta edición del certamen, que cumple 25 años, y ha contado con la participación de 130 aceites de oliva procedentes de Argelia, China, Croacia, España, Francia, Grecia, Italia, Marruecos, Portugal, Túnez y Turquía.
Los aceites españoles han logrado 25 de los 32 galardones, seguidos de Túnez, Italia, Portugal y Croacia, según el fallo de un jurado internacional compuesto por nueve expertos catadores.
En la categoría de verde ligero ha sido reconocido un aceite de la empresa portuguesa Nutrifarms II Olives y, como aceite maduro, ha recibido la máxima distinción uno de la compañía tunecina Olea Kotti.
Además, la Almazara de Muela (Córdoba) ha obtenido el de los envasadores.
El COI ha anunciado los segundos premios para los aceites de O-Med Venchipa de Granada (verde intenso), Eredi Giuseppe Fois de Italia (verde medio), Cortijo de Suerte Alta de Córdoba (verde ligero), Agropecuaria de Herrera de Oleoestepa de Sevilla (maduro) y Aceites Almagre de Ciudad Real (pequeños productores).
En tercer lugar han quedado los aceites de oliva de Olivarera la Purísima de Córdoba (verde intenso), Aceites Campoliva de Jaén (verde medio), Agrícola La Maja de Navarra (verde ligero) y Hacienda Queiles de Navarra (maduro).
El director ejecutivo del COI, Jaime Lillo ha asegurado en un comunicado que el premio Mario Solinas permite «reconocer y promocionar la labor de productores y envasadores que, con esfuerzo y pasión, transforman la aceituna en un producto único, saludable y rico en matices y sabores».