El Gobierno de Castilla-La Mancha apuesta porque los agricultores y ganaderos de la región se formen el Cuaderno de Campo Digital y el Registro de Explotaciones Agrícolas, porque, pese a que su uso no será obligatorio hasta 2028, recuerdan que «es muy recomendable que agricultores y ganaderos lo conozcan, ya que se trata de una herramienta muy útil para el manejo de las explotaciones”.
Así lo ha dicho viceconsejera de Política Agraria Común y Política Agroambiental, Gracia Canales, con motivo de una jornada que se ha celebrado en el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF), en el Centro de Investigación Agroforestal (CIA) en Albaladejito.
Canales ha animado a los participantes a empezar a usar esta herramienta que “no puede sonar como algo malo porque es de gran utilidad”.
Según ha detallado, “sirve para cumplir la normativa, favorece el cumplimiento de los ecorregímenes que tenemos en nuestra Comunidad Autónoma, incluso, cuando se producen determinados sancionadores gracias al cuaderno digital de explotación se reducen a la mitad”. “Tenemos que hacer pedagogía positiva”, ha comentado, porque “el próximo 1 de enero del 2026 será obligatorio para aquellos operadores que realizan tratamientos fitosanitarios”, en base al Real Decreto 34/2025 de uso del Cuaderno Digital de Explotación.
Ayudas para la formación e innovación
En su intervención, Canales ha insistido en que “seguimos apostando desde la Consejería por aquellos pilares que sostienen los Sistemas de Conocimiento e Innovación Agrarias (SCIA), con la convocatoria de asesoramiento a nuestros agricultores a través de entidades del sector que resolveremos en breve”.
Dicha convocatoria cuenta con un presupuesto de 1.250.000 euros, a la que se añaden la convocatoria de innovación “que impulsaremos en el próximo mes y que está dotada con 10,8 millones de euros y los más de 2,5 millones de euros que destinados a los programas de formación”.
Gracias a estas iniciativas “contribuimos a fortalecer el sector y adaptarlo a la nueva realidad, con el objetivo de hacer unas explotaciones más modernas, con mayor conocimiento y con unos agricultores y ganaderos formados en el uso de las nuevas tecnologías para mejorar el manejo de las explotaciones”.