El Gobierno de Castilla-La Mancha publicará este viernes una nueva Orden de ayudas Vinati, para ayudar a las empresas vitivinícolas a «avanzar en la modernización, en la transformación y, sobre todo, en la comercialización» de este sector «importantísimo» para la región.
Ayudas Vinati
Así lo ha adelantado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, en declaraciones a los medios, antes de presidir la reunión del Comité Regional Vitivinícola en Toledo, donde ha explicado que esta nueva Orden estará abierta hasta el 31 de enero de 2024 y contará con varios niveles de ayuda.
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Todas las no consideradas grandes empresas
Tras recordar que en la última convocatoria se aprobaron «todos los expedientes que se presentaron», el consejero ha explicado que las cuantías de subvención «están escaladas en función de la dimensión de la empresa», en concreto «todas las que no sean consideradas grandes empresas».
Cuantías mínimas y máximas
Las ayudas oscilarán entre un mínimo del 12-15 por ciento y un máximo del 50 por ciento, como ocurrió en la última convocatoria, siendo la inversión máxima de 400.000 euros, ha indicado el consejero, que ha confiado en «alcanzar el máximo posible de posibles perceptores de ayudas».
Digitalización de los registros del sector
Por otro lado, el Gobierno regional está trabajando en el desarrollo normativo de la Ley 6/2022 de 20 de julio de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha en virtud de la cual está elaborando tanto el borrador del decreto por el que se regula el registro de embotelladores y envasadores de vinos de Castilla-La Mancha como la orden relativa a los registros que se han de llevar en el sector vitivinícola.
Se trata de dos normas “que quieren ayudar a que haya más calidad, más trazabilidad y más y mejor concepción de los trabajos que tenemos que realizar” tal y como ha explicadoJulián Martínez Lizán en la reunión del Comité Regional Vitivinícola en la que se han visto ambos borradores y en la que ha estado acompañado de la directora general de Producción Agroalimentaria y Cooperativas, Elena Escobar, y el director general de Agricultura y Ganadería, Jesús Fernández.
En el primer caso, el borrador del decreto por el que se regula el registro de embotelladores y envasadores de vinos de Castilla-La Mancha tiene por objeto regular aspectos como la creación del procedimiento preciso para la inscripción; la modificación o cancelación de la inscripción en el mismo, dado que la regulación anterior no recogía el procedimiento; determinar los datos que se recogen en el registro de embotelladores y envasadores regional; las causas constitutivas de infracción con su regulación correspondiente o la inscripción de embotelladores de bebidas espirituosas y productos vitivinícolas aromatizados entre otras cuestiones.
Por lo que respecta al borrador de la orden por la que se establecen las disposiciones de aplicación relativas a los registros que se han de llevar en el sector vitivinícola, Julián Martínez Lizán ha explicado que esta orden tiene como uno de sus objetivos promover la calidad, el control y la trazabilidad de las producciones vitivinícolas; además de “trabajar en todo el proceso de digitalización y de adaptación a los tiempos que corren y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para que los canales de comunicación sean mucho más rápidos”.
Herramienta informática
Al respecto, el consejero ha explicado que su departamento pondrá a disposición del sector una herramienta informática para su elaboración y facilitará la integración de los sistemas informáticos que ya existen en las bodegas, para que esos sistemas faciliten la comunicación de los datos sin que la bodega tenga que realizar ninguna actuación adicional.
“Sabemos que las propias empresas del sector están trabajando con sus propios formatos informáticos, pero lo que queremos es crear una herramienta informática que pondrá a disposición de ellos la propia Administración para que sirva de canal de comunicación entre unas y otras. Es decir, que el trabajo que ya realizan se pueda comunicar directamente con la Administración y de esa manera, ser mucho más eficientes”, ha resumido el consejero.
«La regularización de los precios del aceite de oliva vendrá por sí sola»
Por otro lado, el Gobierno de Castilla-La Mancha confía en que la regularización de los precios del aceite de oliva «vendrá prácticamente por sí sola en el desarrollo de la producción, de la recolección y de la elaboración del aceite», especialmente ahora cuando empiece la campaña «a tomar fuerza».
Preguntado por la caída de las ventas del aceite de oliva, antes de presidir la reunión del Comité Regional Vitivinícola en Toledo, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha mostrado su preocupación por el hecho de que los precios pudieran «suponer una huida o un refugio en otro tipo de grasas vegetales», pero ha confiado en que la situación se normalizará «con el paso del tiempo».
Con el inicio de la campaña se podrá ver «qué alcance de producción es el que podemos tener» en Castilla-La Mancha y a nivel nacional, ha opinado Martínez Lizán, que ha esperado que entonces «habrá una regularización de los precios que vuelva otra vez a hacer apetecible a los consumidores el optar por el aceite de oliva».
«Perspectiva de cosecha algo superiores a las de 2022»
Dicho esto, y tras detallar que el aceite de oliva «tiene una calidad que ninguna otra grasa vegetal puede ofrecer», ha indicado que las perspectivas de cosecha de este año son algo superiores a las del pasado ejercicio.
«Estamos viendo que al inicio sobre todo, y como consecuencia también de las últimas lluvias que han acontecido en la mayor parte de la provincia, no en toda la región, porque hay unas zonas en las que sigue sin llover, como es el sureste de Albacete, se están dando unos niveles algo bajos de producción de aceite, de rendimiento en aceite», ha precisado el consejero.
No obstante, ha añadido que la perspectiva es que haya «algo más de producción que el año pasado, pero ni muchísimo menos a los niveles de una producción normal», y ha situado esta producción en el entorno de las 750.000 toneladas a nivel nacional, y las 75.000 toneladas en Castilla-La Mancha, «muy por debajo de lo que sería una producción media de un año normalizado».