El Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado flexibilizar las restricciones a las tareas agrícolas en días en los que el riesgo de incendios forestales sea muy alto, de forma que el único tramo horario en que no se va a poder cosechar durante esas jornadas será desde las 14 hasta las 17 horas.
Flexibilización de las restricciones
La consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ha informado en declaraciones a los medios de comunicación de esta flexibilización de las restricciones, que se publicará dentro de unos días en una resolución en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, y que modificará la resolución de 2023 que es la que está en vigor en la actualidad.
Gómez, que este martes ha presidido la reunión del Comité Asesor Regional de Incendios Forestales, ha detallado que la flexibilización consiste fundamentalmente en que en este año el periodo en el que no se va a poder cosechar en días de peligro muy alto de incendios va a ser desde las 14:00 hasta las 17.00 horas, un periodo en el que «es imposible realizar esas tareas por las altas temperaturas».
En el resto de horas, con autorización y tractor vertedera
En cambio, durante el resto de la jornada de riesgo muy alto de incendios se podrán hacer labores agrícolas con la autorización necesaria y, además, tienen que ir acompañados de un tractor vertedera que permita poder extinguir cualquier tipo de chispa que pueda haber en un momento determinado.
Además, se establece una franja de protección de al menos 400 metros a la masa forestal más cercana, que evite igualmente que pueda haber una propagación de ese posible incendio que se podría dar si se produjese una chispa de la maquinaria.
La consejera de Desarrollo Sostenible ha subrayado que estas medidas de seguridad permiten que en ese periodo hasta las 14 horas o después de las 17 horas se puedan ofrecer unas mejores garantías del uso de la maquinaria agrícola y poder compatibilizar la prevención de incendios con las tareas agrícolas.
Restricciones no para todo tipo de cosecha
Asimismo, ha matizado que estas restricciones no son para todo tipo de cosecha, pues algunos cultivos como las leguminosas, oleaginosas, la adormidera o la lavanda no tienen ese tipo de restricción porque no son tan ignífugas como otro tipo de cultivos agrícolas que «sí que provocan algunos problemas».
Con todo, la consejera de Desarrollo Sostenible ha señalado que mientras no se publique la nueva resolución, de la que se están ultimando «unos pequeños problemas técnicos», se mantiene en vigor la de 2023 y los agricultores pueden ir pidiendo sus autorizaciones correspondientes de acuerdo a esa regulación, ya que será «perfectamente válida» también con la nueva resolución.
Gómez ha realizado estas declaraciones antes de la primera reunión del Comité Asesor Regional de Incendios Forestales, toda vez que la campaña de riesgo de incendios comienza este sábado 1 de junio.
En este punto, ha comentado que el incendio forestal que se ha originado sobre las 10.20 horas en Borox (Toledo) y que ha quedado controlado a las 17.00 horas, ha afectado a unas 10 hectáreas.
Asaja rechaza «cualquier limitación»
Por su parte, Asaja astilla-La Mancha ha rechazado «cualquier limitación que suponga interrumpir el trabajo de los agricultores a menos que exista un riesgo de incendios verdaderamente extremo». Así lo ha hecho constar en las alegaciones que la organización agraria ha presentado a la Consejería de Desarrollo Sostenible sobre el borrador de la resolución que establecerá limitaciones temporales para disminuir el riesgo de incendios en el medio natural esta campaña.
Concretamente, Asaja CLM ha propuesto que la suspensión de las actividades de cosecha en la franja del mediodía que vienen reguladas en la normativa, solo sea obligatoria cuando exista un Índice de Propagación Potencial de Incendios Forestales (IPP) extremo. «En el resto de supuestos, no deberían considerarse prohibiciones, sino solo recomendaciones», señalan.
Los agricultores han protestado «por ser el único sector al que se le imponen restricciones a su trabajo, ya que dejar de cosechar en el tiempo y forma que requieren los cultivos, suponen cuantiosas pérdidas para los cerealistas». Además, han criticado que son «el único sector que tiene limitaciones, pues ni el del transporte, ni el energético, ni el del turismo o el de festejos, tienen ninguna regulación en el medio natural».
Por último, Asaja CLM va a trasladar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) la necesidad urgente de modificar la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, la normativa en la que se basa la regulación regional. En este sentido, la organización agraria ha pedido que se delimite el concepto de monte ya que, en los términos actuales, “prácticamente todo es monte excepto la superficie agrícola. Esta falta de claridad, deja a los agricultores vulnerables a interpretaciones subjetivas por parte de las autoridades competentes”.
De la misma manera, en relación a la utilización de maquinaria y equipos en los montes, la Ley se refiere a los que generan “deflagración, chispas o descargas eléctricas” algo que, según la organización agraria, “no es ninguna de las funciones de una cosechadora”.
Ayudas para el sector resinero
Por último, la consejera Mercedes Gómez informó de la publicación este miércoles en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha de una convocatoria de 1,5 millones de euros, cofinanciados con fondos MRR, para impulsar al sector resinero “ayudándole a que puedan llevar a cabo tratamientos silvícolas de mejora delas masas de resinación”.
Según ha señalado, se trata de unas ayudas muy necesarias para la mejora de la actividad resinera “y las más importante que ha movilizado el Ejecutivo para este sector”.
Gómez ha explicado que las podrán solicitar desde el día siguiente de su publicación, en el plazo de un mes, y a las mismas pueden optar resineros particulares, empresas y propietarios de montes con masas de Pinus pinaster en los que se vayan a llevar a cabo.
Las actuaciones subvencionables son los desbroces, clareos, podas y la eliminación de restos, y “la intensidad de la ayuda podrá llegar a ser del 100 por cien del coste total subvencionable, con un tope de 2.700 euros subvencionables por hectárea de actuación con un importe máximo por solicitud de 40.000 euros”, ha dicho Gómez.