Los representantes sindicales de CCOO y UGT han anunciado una convocatoria de huelga general en la comarca de Puertollano para octubre, si en este mes de septiembre no se avanza en la solución al problema de Elcogas, cuya dirección ha anunciado su cierre para finales de año.
El problema sigue «enquistado», según han dicho en rueda de prensa los líderes de CCOO y UGT en la provincia de Ciudad Real, José Manuel Muñoz y Juan Jiménez, porque «no hay avances sustanciales en la resolución, ni por parte de la administración ni por parte de la empresa y, por tanto, sólo dejan la vía del recrudecimiento de las movilizaciones».
«En la tesitura en que nos encontramos no se admiten medias tintas» han denunciado los representantes sindicales, quienes han reconocido que, como consecuencia del respaldo mostrado en la concentración del 10 de julio, se produjo un «punto de inflexión», aunque «todo se quedó en manifestación de buenas voluntades y buenas palabras».
Ante esta situación, el presidente del comité de empresa, José Antonio Alcaide, ha advertido de que una huelga general en Puertollano y su comarca es «inevitable», porque «no queda otra».
Alcaide ha criticado el hermetismo de la sociedad Elcogas y de su accionariado, pues ha recordado que hay una reunión está solicitada y aún no se ha producido.
Mientras tanto, los trabajadores han reanudado hoy los paros diarios de quince minutos, que se realizan a la hora del bocadillo, a las puertas de la fábrica con cortes en la carretera y mantienen la convocatoria de una marcha de protesta desde la central hasta el centro de Puertollano, a una distancia de 12,5 kilómetros, para el viernes 5 de septiembre.
Tanto Muñoz como Jiménez han confiado en que los ciudadanos, el tejido social, las organizaciones sociales, las asociaciones y demás movimientos se impliquen «al máximo» y sigan demostrando que siguen del lado de los trabajadores de Elcogas y empresas auxiliares.
El secretario provincial de CCOO ha insistido durante la rueda de prensa en extrapolar el conflicto de la central térmica al futuro socioeconómico de una localidad que está «contra las cuerdas» y ha opinado que la participación ciudadana en la movilización del próximo viernes ha de ser inexcusable.