El presidente regional de Asaja, Fernando Villena, ha calificado de «dolorosa, pero necesaria» la destilación obligatoria acordada por el Ministerio de Agricultura y el sector vitivinícola para aliviar los excedentes de cara a la próxima campaña de vendimia.
Villena ha explicado a Efe que el acuerdo de destilar de forma obligatoria casi cuatro millones de hectolitros de vino para usos industriales está acompañada por otras, como el control de los rendimientos por hectárea.
Esta medida es «la clave», ha subrayado Villena, quien ha añadido que además de ajusta a la capacidad de comercialización y, al respecto, ha considerado: «producir para tener que regalar el producto, no es de ser muy listos».
Es consciente del coste que tendrá que asumir el propio sector por la retirada del vino excedentario y ha afirmado: «lo tendrá que pagar quien lo ha provocado», en alusión a la reestructuración «sin cabeza» que se ha llevado a cabo desde 2008.
El presidente de Asaja ha criticado que en esta reestructuración en que en vez de diversificar las variedades, se ha ido a ver «cómo se sacaba más dinero».
Los resultados se han visto claramente en la pasada campaña de vendimia, que arrojó una cosecha muy elevada y se están pagando ahora porque el vino se está vendiendo a precios «irrisorios», ha lamentado Villana, que ha precisado «a euro grado y hectolitro, algo que no se registraba desde hace décadas».
La destilación obligatoria afectará a las bodegas y cooperativas que hubieran producido un 50 por 100 más respecto a la media de las cuatro campañas anteriores y que tengan una determinada cantidad de vino almacenado a fecha de 31 de julio, que es cuando se realizará la declaración de existencias para conocer el volumen real que existe.
En este sentido, Villena ha subrayado que no se conoce con exactitud el excedente de vino que existe en Castilla-La Mancha, ya que no hay un registro fiable de contratos de compra-venta y los datos suelen conocerse con un desfase de varios meses, una situación que, a su juicio, también debe cambiar.