El director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, Víctor Manuel Martín, plantea que el número de clientes de la entidad crece de forma «exponencial», con 3.000 nuevos en dos meses, y deja claro que no hay ninguna conversación para una posible fusión y que la entidad no la necesita.
Martín, en una entrevista con la Agencia Efe, recalca que «no hay nada de nada, no hay ninguna negociación» con Globalcaja para una posible integración y expone que, «hoy por hoy, no se dan las circunstancias», si bien no descarta que mañana se den.
Afirma que, si un día los consejos deciden empezar a hablar, él trabajará en lo que le pidan.
En ese sentido, admite que la fusión podría ser buena para la región y para los socios, pero también lo es que haya competencia entre entidades que «aprieten» para ofrecer lo mejor a sus clientes y a sus socios.
Y advierte de que en España se puede llegar a una situación de «oligopolio», lo que no beneficiaría a los clientes.
Víctor Manuel Martín opina que el mensaje preponderante en los últimos años de que las entidades sólo serían viables si adquirían suficiente tamaño ha demostrado ser «erróneo completamente».
«Que me digan en España cuántas fusiones exitosas ha habido», insiste el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, quien reconoce que, en su momento, ellos mismos se vieron afectados por «una ola, no de exigencia, pero sí de sugerencia» de que debían tener más tamaño.
Según explica, entonces todo el mundo decía que el futuro era de los más grandes, pero el problema es que se hicieron fusiones «para tapar agujeros», una «patada hacia adelante» que ha dejado a las entidades descapitalizadas.
Él se declara convencido de que el futuro no será de los más grandes, sino de «los que son buenos», es decir de entidades «solventes, seguras, rentables, con una solidez y recursos propios brutales, con una cuenta de resultados bastante estable, que tengan baja morosidad y un colchón de liquidez que les permita seguir sobreviviendo».
Un perfil en el que, a su juicio, encaja la entidad que dirige, que es de ámbito regional y «sabe dónde tiene que actuar» y que «no pinta» en Galicia, en Cataluña o en Andalucía.
SORPRENDIDO POR EL «BRUTAL» BALANCE DEL PLAN DE EXPANSIÓN
El director general de Caja Rural Castilla-La Mancha se declara «sorprendido» por el «brutal» balance del plan de expansión de la entidad, que preveía abrir 25 puntos de venta en 2012 y finalmente consiguió 44, a los que se suman los de este año, nueve más esta misma semana.
El volumen de clientes, 9.000 nuevos en 2012 y 3.000 este año en dos meses, «nos ha superado», reconoce Martín, quien recuerda además que la Caja, sin tener «el grifo cerrado», tiene una liquidez de 1.100 millones de euros porque ha captado el doble de recursos que los créditos que ha concedido.
Víctor Manuel Martín afirma que Caja Rural ni se siente ni quiere sentirse entidad de referencia en Castilla-La Mancha, pues no mira «al lado» ni «al retrovisor» para ver qué hacen los demás.
«Nosotros no queremos ser los primeros, queremos ser los mejores», recalca el director general, quien subraya su intención de «seguir innovando, de ir por delante» y explica que el secreto de la Caja es «trabajo, trabajo, trabajo», con un modelo de banca tradicional, sin «meterse en charcos» ni «salirse del carril».
Un modelo «fuerte en el contacto personal, en el trato humano y cercano», en el que Caja Rural -añade- destaca por su «velocidad y agilidad», lo que les ha dado «ventaja competitiva» en tiempos de dificultad.