La consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, afirma que la posibilidad de que se fusionen Globalcaja y Caja Rural Castilla-La Mancha «no es una prioridad» para el Gobierno regional, ya que las dos entidades están fuertes y «muy comprometidas con el territorio».
Franco analiza, en una entrevista con la Agencia Efe, la situación del sector financiero de Castilla-La Mancha y sostiene que, para el Ejecutivo regional, «no es un tema que preocupe» el que se fusionen las dos entidades castellanomanchegas, sino que es una materia que deja al sector.
Valora que son dos entidades financieras que «están muy establecidas, muy presentes en el territorio, muy comprometidas con el territorio y dos buenos socios estratégicos para el Gobierno regional, con buenos resultados», y por ello, insiste en que al Ejecutivo castellanomanchego no le preocupa si llega o no la posible fusión.
«UNO DECIDE CON QUIÉN SE CASA, SI SE CASA»
«Estarán juntos o separados el tiempo que ellos quieran. Para nosotros no es una prioridad que haya una fusión», admite Franco, que compara las fusiones con los matrimonios, ya que «normalmente uno decide con quién se casa, si se casa».
Y sobre todo, si se tiene en cuenta, como reitera Franco, que ninguna de las dos firmas presenta «una situación débil», sino que al contrario «están sanas y fuertes, que es lo importante para el sector financiero de la región».
Franco también aborda la «fusión natural en determinados sectores» industriales y opina que tanto España como Castilla-La Mancha tiene «un problema con el tamaño de las empresas», pues sostiene que ser competitivos va más allá del precio final del producto e influye el tamaño de las empresas, ya que cuanto mayor es la dimensión de la firma, mayor es su fortaleza en los mercados globales.
«Si España y Castilla-La Mancha no son suficientemente competitivas es por un problema de tamaño y cuando salimos a competir a un mercado global y nuestros socios europeos y de terceros países tienen un tamaño mayor, es como una lucha contra los molinos», reflexiona Franco.
Por ello, defiende las políticas que lleva a cabo la Consejería de Agricultura para potenciar las fusiones de cooperativas vitivinícolas, con el objetivo de que Castilla-La Mancha, en un sector estratégico como es el vino, «pueda ser más fuerte y competir con los daneses o con los alemanes en las mismas condiciones».
Con todo, insiste en que estas fusiones tienen que ser «procesos naturales».