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Ahí donde la ven esta mujer es la que lleva las riendas de la federación más poderosa del segundo sindicato en Castilla-La Mancha. Sí, Carmen Campoy, auxiliar de enfermería, santanderina de nacimiento, albaceteña de adopción y corazón, es la secretaria general de la Federación de Servicios Públicos de UGT en CLM. Con ella mantuvimos una entrevista que publicaremos mañana y de la que hoy les adelantamos algunos contenidos.
En el sindicato desde los años 90, empezó como delegada de Salud Laboral y fue metiéndose más y más hasta llegar a la cima de la federación más poderosa y grande de la Unión General de Trabajadores, una tarea que la mantiene alejada de su familia de lunes a viernes y en permanente movimiento por la región por 1.200 euros de salario al mes. Y es que para ella la lucha por los trabajadores desde el sindicalismo «es como un virus que te entra y no te deja espacio para el desaliento ni para el desánimo».
No obstante opina que se viven los peores tiempos para los servicios públicos, los trabajadores y los derechos de la ciudadanía en general. «Es un retroceso enorme en Educación y Sanidad, hay una auténtica escalada de agresión hacia los ciudadanos». Por eso hay que hacer una huelga general y por eso la última, en su opinión, triunfó claramente: «No hace falta saber contar, solo hace alta saber mirar».
EL PEOR CONSEJERO DE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS ES ESTEBAN Y EL MEJOR NO EXISTE
Veterana en las lides de la negociación colectiva en la Junta, ha lidiado con un buen puñado de consejeros y directores generales de Función Pública. Pero tiene claro que el actual, Leandro Esteban, es el peor consejero de Administraciones Públicas que ha conocido. Claro que el cartel de «mejor consejero de Administraciones Públicas» tampoco se lo colgaría a nadie. Carmen Campoy dice que los funcionarios fueron uno de los colectivos que apoyó el cambio político en CLM, pero que hoy están totalmente decepcionados con la Administración que preside María Dolores de Cospedal.
¿Cuál es la imagen del Gobierno entre los empleados públicos? ¿La Administración Cospedal mejora la de Barreda? ¿Todas las administraciones socialistas en la Junta fueron iguales?… Éstas fueron algunas de las preguntas que formulamos a la representante sindical ugetista sobre la relación de funcionarios y políticos en el día a día de las administraciones públicas.
Procedente de la rama sanitaria, a la secretaria general de la Federación de Servicios de UGT en Castilla-La Mancha, el acuerdo que firmaron CISF y CESM con la Consejería de Sanidad para retirar el recorte previsto en el salario de los médicos y sentarse a negociar un ahorro de 55 millones en el Sescam, le parece «aceptar pulpo como animal de compañía».
Jura y perjura que con los datos disponibles no se podía aceptar la oferta de Sanidad, lo que en su opinión significa que o el Gobierno regional no da a todos la misma información o… Piensen lo peor. Carmen Campoy critica además los recortes en Sanidad tal y como se están haciendo y se pregunta: «¿Es que donde hay poca población no hay derecho a la asistencia sanitaria?».
UN GOBIERNO QUE NO DIALOGA, UNA NEGOCIACIÓN SIN PAPELES
Carmen Campoy no se abona a la autocrítica a la hora de buscar la estrategia más adecuada para incrementar el número de afiliados de los sindicatos en los nichos en los que éstos escasean, pero cree que hay que partir de cero y volver a explicar la esencia de los delegados sindicales, «después de la campaña de desprestigio que ha habido».
Opina también que la capacidad negociadora del Gobierno no existe y que esconden su negación al diálogo tras los cánticos de la crisis y la deuda heredada. Se queja de que el Gobierno nunca enseña papeles ni apoya en datos o cifras sus recortes de empleados públicos: «Te dicen, bueno sí, hemos hecho un estudio, pero no te lo puedo enseñar. ¿Cómo que no me lo puedes enseñar? ¡De qué estamos hablando! Y ellos te dicen: como mucho te voy contando algo y eso en casos excepcionales».
PSOE, PP Y LA FAMILIA SINDICAL
No quiere Carmen Campoy entrar a medir si los partidos «apadrinan» más a uno u otro sindicato según los casos y colores. Así que cuando la preguntamos si Comisiones Obreras era el ojito derecho del Gobierno del PSOE y CSIF lo es con María Dolores de Cospedal al frente de la Junta, ella contesta muy originalmente, como podrán comprobar mañana.
Su mayor decepción como sindicalista aún no ha llegado, pero la mayor alegría sí: «Ver a la gente en la calle diciendo lo que siente con absoluta libertad y pudiendo expresar lo que llevan dentro».
Así es Carmen Campoy y mañana podrán conocerla un poco mejor en la entrevista que publicaremos en portada.