El servicio que Cáritas presta en Toledo es amplio al pasar desde los talleres infantiles hasta el comedor social o el programa para mayores. Entre ellos se encuentran los talleres de formación, de inserción laboral, donde los monitores trabajan con personas de 16 hasta 58 años. Ahora buscan empresas que ofrezcan becas para que el aprendizaje no acabe en el taller de Cáritas.
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Desde febrero hasta diciembre, Cáritas imparte en Toledo talleres de formación con el fin puesto en la inserción laboral. Jardinería, electricidad, fontanería, carpintería… Son solo algunos de los oficios que aprenden a realizar personas de muy diferentes edades que tienen un común denominador, las ganas de aprender.
En los talleres de Cáritas conviven jóvenes que han dejado los estudios, «y se intenta que vuelvan a recuperarlos», explica Pepe (Juan José Garrido), monitor del taller de Multiservicio; junto a personas que ha tenido trabajo, pero que la crisis le ha dejado sin su puesto y en una situación muy complicada, «gente que no tiene ningún tipo de recursos».
No es extraño encontrarse con jóvenes de 16 años hasta personas con 58. Al final, «se alcanza un equilibrio entre los dos perfiles», porque los más mayores «llegan con un problema que el de 16 ni lo piensa», explica Pepe, y, al final, de la convivencia se aprende y se valora lo que se tiene.
Personas que intentan «sobrevivir», «llegar a fin de mes», «superar el revés de la vida»… muestran la realidad a los más jóvenes, a los que dejaron los estudios porque querían trabajar.
«El sistema educativo actual no es muy realista», valoraba Montse Corrochano de Cáritas. «Estos chicos, que son los típicos chicos malotes, los que no van a clase… Trabajando con ellos no tenemos ningún problema. Hay que hablar mucho con ellos, preguntarles que es lo que quieren y que no quieren, porque la mayoría tiene expectativas que no son reales, y pisan un poco la tierra».
PISAR LA TIERRA
Precisamente, cuando se dan cuenta de la realidad, muchos deciden retomar los estudios. De hecho, «un 70 por 100 retoma los estudios en la escuela de adulto tras su paso por aquí», comentaba José Luis Sepúlveda, monitor de jardinería. Un dato que destacan porque consideran «más prioritario que vuelvan a retomar los estudios que la incorporación laboral. Para nosotros es un éxito».
En estos momentos, unas 65 personas se forman en los talleres laborales de Cáritas en Toledo. Unos talleres que incluyen la entrada en la bolsa de trabajo de la organización, aunque principalmente reciben ofertas de particulares.
«Lo que nos preocupa no es solo formar, sino que cuando terminen puedan tener una posibilidad de hacer prácticas o trabajo en empresas o instituciones para que puedan desarrollar lo que han aprendido», indicaba Montse, quien matizaba que «puedes formar mucho a una personas que, como no ejecute lo aprendido, se le olvida». Por este motivo, Cáritas se encuentra en una nueva fase, la de encontrar empresas donde sus alumnos puedan concluir con éxito la formación recibida.