La consejera de Economía y Empleo, Carmen Casero, ha defendido que «gracias a las políticas» que ha puesto en marcha el Gobierno y «gracias a echar el freno de mano a esa política de despilfarro, la nómina de los trabajadores públicos de Castilla-La Mancha está garantizada».
Casero ha respondido así en Albacete a preguntas de los periodistas sobre las concentraciones de empleados públicos que se han producido en las cinco capitales de provincia para protestar por las medidas de ajuste del Gobierno.
La consejera ha insistido en que garantizar las nóminas de los empleados públicos, que es algo «que parece una obviedad y que tiene que estar en las previsiones de cualquier Gobierno, no era una realidad» cuando tomaron posesión.
«Tienen que tener muy claro que gracias al esfuerzo que está haciendo el Gobierno y que hacen los ciudadanos, también los empleados públicos, estos empleados tienen garantizada su nómina, y creo que eso es importante también que lo sepan», ha manifestado Casero.
La consejera de Empleo ha asistido este mediodía a la reunión que la ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) celebra en Albacete, con motivo de la Feria, y donde ha estado acompañada por el presidente de la patronal, Ángel Nicolás, y el presidente de los empresarios albaceteños, Artemio Pérez.
Respecto a las concentraciones, CC.OO. ha informado de que representantes sindicales y empleados públicos se han concentrado en las cinco capitales de provincia de la región, en todos los centros de la Administración, en una jornada de lucha en el sector público convocada por la Plataforma Sindical de Asociaciones Profesionales de Empleadas y Empleados Públicos.
En las concentraciones se ha leído un manifiesto en el que las organizaciones sindicales y profesionales firmantes muestran su convencimiento de que hay soluciones y vías alternativas para reducir el déficit público que excluyan la política de recortes en la función pública.
Son soluciones, según los sindicatos, que pasan por hacer efectivos los principios de igualdad, capacidad económica y progresividad que han de inspirar el sistema tributario, así como por la mejora sustancial del control del gasto público, que conlleve una asignación eficaz y eficiente de los recursos públicos, sin recortar los gastos sociales ni afectar negativamente a los empleados públicos.