La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha va a contar en 2024 con un Presupuesto de 12.473,3 millones, que si tenemos en cuenta el dinero efectivo disponible para acometer los gastos no financieros será de 10.802,5 millones, lo que supone un incremento de 614 millones con respecto a los Presupuestos de 2023. De todo ese montante, el 70% será destinado a gasto social, superando los 7.000 millones por primera vez en la historia.
Y es que la política del Gobierno de Castilla-La Mancha ha reducido la necesidad de refinanciar la deuda en los últimos años, por lo que en esa partida se gastarán 423,5 millones menos que en el ejercicio anterior. Todo ello en un contexto de incertidumbre económica y de subida de tipos de interés.
El proyecto de ley de Presupuestos Generales para 2024 ya ha recibido el visto bueno por parte de Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, por lo que ahora se inicia el trámite parlamentario y hoy mismo será registrado en las Cortes regionales con el objetivo de que las cuentas estén en vigor el 1 de enero.
Un contexto de incertidumbre
Hoy el proyecto ha sido presentado por el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, quien ha estado acompañado del director General de Presupuestos, Isidoro Hernández Perlines.
«Un proyecto que se ha elaborado de gran incertidumbre, la situación geopolítica mundial, con unos mercados mundiales muy tensionado y altas tasas de inflación», ha destacado Ruiz Molina, quien también ha recordado que todavía no tienen las previsiones del Gobierno de España, por lo que han sido cautelosos en las suyas, que ha sido elaboradas por los técnicos de Hacienda.
«Ante la incertidumbre, normalidad para hacer uso de la estabilidad política de Castilla-La Mancha», ha abundado el consejero, quien ha recordado que son la primera comunidad autónoma que presentan sus cuentas para el próximo ejercicio.
Cuatro objetivos
Los Presupuestos de Castilla-La Mancha para el 2024 persiguen cuatro objetivos fundamentales: «Crecimiento sostenible, respetuoso con el medio ambiente. Generación de riqueza para redistribuir y conseguir desarrollo regional más justo», ha destacado el consejero.
Así, Ruiz Molina ha opinado que estas cuentas garantizan un sólido sistema del bienestar, que promueve la modernización y transformación de la economía regional, que impulsa la generación de empleo estable y de calidad, y mantiene el compromiso con la responsabilidad fiscal con un presupuesto que tiene déficit 0, ya que en el contexto actual, con altos tipos de interés, la comunidad autónoma no ha querido hacer unas cuentas en que se engorde el endeudamiento.
7.304 millones para gasto social
Castilla-La Mancha contará el próximo ejercicio con el máximo presupuesto de su historia para hacer frente al gasto social. En concreto, son 7.304 millones, de los cuales en Sanidad habrá 3.883 millones, 233 más, en Educación 1.630, 59,4 más, mientras que en servicios sociales serán 5,6 millones más hasta los 981.
Otra de las partidas destacadas es la empleada para combatir la despoblación, donde habrá más de 1.922 millones de euros, lo que supone un incremento de 207 millones. De ellos, el fomento a la economía de las zonas que sufren el despoblamiento, con actuaciones para la diversificación, fomento del empleo, las pymes o el emprendimiento, contarán con 838 millones, 106 más que en 2023. Además, los servicios públicos contarán con 768 millones, 90 más, que serán destinados, entre otras cuestiones, a reforzar la Atención Primaria en estos lugares.
Así se distribuye el gasto:
El 91% de gasto en personal, en las áreas del estado del bienestar
Castilla-La Mancha gastará en el próximo ejercicio 4.135 millones en gasto de personal, lo que supone un 42% del montante total. De ellos, el 91% es para personal de las áreas del estado del bienestar.
«Sustituir deuda cara por deuda barata»
Uno de los hechos más llamativos del proyecto presentado por el Gobierno regional es la reducción del dinero empleado a amortizar deuda. Curioso que se produzca en un momento con los tipos de interés disparados, pero hay una clave: el trabajo que ha venido realizando el Ejecutivo en los últimos años, cuando comenzaba a verse que los tipos subían y que se resume en una frase del consejero: «Sustituir deuda cara por deuda barata, porque había tipos de interés más bajos».
Decidieron analizar los vencimientos y solo amortizar aquellos que les podrían salir mejor, lo que se ha traducido en un gasto de 423,5 millones menos de gasto para la deuda pública de la comunidad autónoma.
Muchos de los bonos que tenía la región, que se financia a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), todavía venían de incluso el 2012, de la época de la crisis, cuando financiar deuda pública era mucho más caro de lo que ha venido siendo estos últimos años antes de la subida de tipos del Banco Central Europeo.