Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con «mas huevos» del país, al producir prácticamente uno de cada tres que se consumen en España, y es destacada líder nacional en exportación al aportar la mitad del millón de docenas semanales que salen de nuestro país a Estados Unidos, el primer gran mercado.
El presidente de la Asociación de Avicultores de Castilla-La Mancha (Avicam), Francisco Olivares, se muestra orgulloso de la «excelente salud» de que goza la avicultura, que precisamente ayer celebró la undécima edición del ‘Día Mundial del Huevo’, como cada segundo viernes del mes de octubre.
En una entrevista con la Agencia Efe, Olivares destaca: «en Castilla-la Mancha se están haciendo las cosas bien».
«No hay que poner ningún pero» a las actuaciones seguidas para poner en valor el huevo castellanomanchego, reseña Olivares, que se fija en la inmejorable seguridad alimenticia, control o calidad de los casi 13 millones de ponedoras que pican en la región de un parque nacional que oscila entre los 42 y 44 millones de gallinas.
Olivares realza el papel de Castilla-La Mancha como región referente al sumar el 28-30 % de la producción nacional, «casi uno de cada tres huevos», por delante de Castilla y León (16-17 %), Aragón (10-11 %) y Comunidad Valenciana (6-8 %).
«Siempre digo cuando salgo a cualquier sitio de España que lo más probable es que estemos comiendo huevos de Castilla-La Mancha», bromea Francisco Olivares (Consuegra -Toledo-, 1972), que el próximo 6 de diciembre cumplirá dos años como presidente de Avicam.
Orgulloso de seguir los pasos de padre y abuelo, tanto como de que las explotaciones de La Mancha y La Sagra toledanas encabecen el grueso de la producción, que fueron las «cunas» de la avicultura ya en los años 50, también presume de que España y Castilla-La Mancha sean el país y la comunidad que más huevos exporta a Estados Unidos.
Cita a la Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), que refleja como España exporta a Estados Unidos (EEUU) un millón de docenas semanalmente y «el 50 % son de Castilla-La Mancha», a lo que ha favorecido, reconoce, la gripe aviar que padeció el pasado verano y que «tuvieran que sacrificarse más de 40 millones de aves».
«Con EEUU no había acuerdos en tema de huevos de cáscara y debido a la gripe aviar eligió a siete países, uno de ellos España, que encima está a la cabeza en exportaciones», apunta Olivares, quien amplia que «España produce un 120-125 % de lo que consume y un 20-25 % es lo que vendemos al exterior».
Con ese acuerdo firmado en julio, Olivares afirma que han subido los precios que «estaban más bien bajos» y ello, obviamente, «ha repercutido en el empresario regional y en el nacional».
Cifra entre 12 y 15 empresas las que verdaderamente exportan, pero se fija y valora «al pequeño avicultor, que no puede generar una gran cantidad de huevos, pero que mantiene los exigentes niveles de seguridad», que han hecho que «los norteamericanos nos escogieran».
«España tiene muchos huevos, y buenos», incide Francisco Olivares que en ese prestigio nacional y, por ende, castellanomanchego, añade la revolución tecnológica, que tuvo su mayor impacto en 2012, cuando entró en vigor la normativa de bienestar animal, para que «ahora podamos decir muy alto que estamos a la cabeza en seguridad».
«Ahora las explotaciones son modernas, vanguardistas y cumplen con todas las normativas», remarca el presidente de Avicam, que no deja pasar la ocasión para reivindicar el potencial de sector, ante el desconocimiento existente: «Tiene tanto fuerza y peso» como el vitivinícola o el oleico, los de mayor arraigo y potencial, «y en facturación estamos al nivel del aceite de oliva», defiende.
El presidente de la patronal avícola castellanomanchega concluye: «Queremos hacer ver, a nivel nacional, lo importante que es la avicultura en nuestra región, que hasta ahora no se ha dado».