La estructura económica de Castilla-La Mancha se caracteriza por una fuerte presencia de sectores maduros, con nivel tecnológico medio-bajo, intensivos en mano de obra, y con reducido valor añadido. A ello se suma la fuerte presencia que la Administración tiene en determinadas parcelas económicas como el empleo. La Fundación Horizonte XXII analiza esta realidad para hacer de Castilla-La Mancha una región mejor y más competitiva.
La estructura económica de Castilla-La Mancha se caracteriza por una fuerte presencia de sectores maduros, con nivel tecnológico medio-bajo, intensivos en mano de obra, y con reducido valor añadido. La alta competitividad de los mercados internacionales, unida a las ventajas en costes que ofrecen las economías emergentes, supone un riesgo para el modelo productivo de la región. Así se recoge en el informe «Horizonte Castilla-La Mancha», elaborado por la Fundación Horizonte XXII de Globalcaja.
A ello, «adicionalmente», se suma «la fuerte dependencia de sectores como la construcción y las actividades inmobiliarias», sectores castigados por la crisis económica actual, «y de la Administración Pública, marcada por la austeridad presupuestaria», lo que supone un reto a superar para mejorar la competitividad y la sostenibilidad productiva de la región.
El peso de la Administración Pública en la economía regional se nota de forma significativa en el empleo. Concretamente, en 2010, el peso del empleo público sobre el empleo total se situaba por encima de la media española (17,5 por 100 frente al 14,5 por 100 de España) y de regiones como Galicia, la Comunidad de Madrid o el País Vasco (14 por 100, 14,9 por 100 y 11,9 por 100 respectivamente). A nivel provincial, el mayor peso del empleo público se encuentra en Cuenca y Ciudad Real, contando Albacete también con una tasa elevada. Concretamente, el porcentaje de empleados públicos sobre el empleo provincial de Ciudad Real se sitúa en el 19,4 por 100; en Cuenca, en el 19 por 100; en Albacete llegó al 17,8 por 100; en Toledo al 16,3 por 100 y en Guadalajara al 15 por 100.
En este sentido, el informe refleja que la Administración Pública emplea en Castilla-La Mancha a 136.314 personas, de las cuales, 42.949 están en Toledo; 35.661, en Ciudad Real; 27.573, en Albacete; 15.183, en Cuenca y 14.948, en Guadalajara.
LA REGIÓN, ENTRE LAS QUE MÁS EMPLEADOS PÚBLICOS TIENE
Castilla-La Mancha es la cuarta región española con mayor número de empleados públicos por habitante (15,5 habitantes por empleado público), por detrás de Extremadura (11,7), Aragón(14,5) y Castilla y León (14,6), y muy lejos de otras regiones como Cataluña (24,7) y la Comunidad Valenciana (22,3). La media española se sitúa en 17.
El sector que más empleo genera en la región es el de servicios. Concretamente en 2008 concentraba el 59 por 100 del empleo total; le sigue en importancia la industria (15,8 por 100), la construcción (13 por 100), la agricultura y ganadería (11,5 por 100). El peso en el sector energético es reducido (0,7 por 100 del empleo total).
La evolución en la última década (2000-2010) ha sido especialmente positiva en los servicios y en la construcción, con un crecimiento del 100 por 100 en el primer caso y del 121 por 100 en el segundo.
La crisis económica y financiera ha supuesto una desaceleración de la economía regional (con una reducción en el valor regional del 3 por 100 en 2008 y 2010), que ha tenido un impacto negativo en todos los macrosectores a excepción de la energía y los servicios, que crecieron en este período un 12 y un 3 por 100 respectivamente.