La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no va a tramitar más proyectos de macrogranjas realizando una moratoria con rango de ley, con vista a que se haga un «debate sereno» entre todas las partes afectadas.
Moratoria sin plazo determinado
Así lo ha explicado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha informado en rueda de prensa de que se va a aprobar una normativa en Castilla-La Mancha que sea una moratoria en la que no se puedan tramitar más proyectos hasta que no haya un consenso nacional.
Por eso la moratoria no tendrá un plazo determinado y afectará a todos los nuevos proyectos, no a los que ya estén en trámites.
«No todo es un problema de salud, en la sociedad están emergiendo sensibilidades nuevas«, ha explicado el presidente con respecto a las protestas en contra de las macrogranjas, pero ello ha indicado que «no es ni mejor ni peor», pero que se trata «de ir adaptándonos a las normativas, en eso consiste gobernar», ha resaltado el presidente.
«Va a marcar un antes y un después»
Y es que cree que esta normativa que plantea «va a marcar un antes y un después» en este tema y lo hacen para tratar de parar y debatir sobre el rumbo de las macrograjas, teniendo en cuenta las opiniones tanto de la sociedad afectada como de un sector que es muy importante para Castilla-La Mancha, como lo es la ganadería.
«Debe compatibilizar lo que es un sector potentísimo con las necesidades de serenidad y seguridad que deben presidir todos nuestros debates», ha subrayado Paga, para a su vez añadir: «Hay quien puede mirar para otro lado, pero el consenso, cuando más nacional sea, mejor».
También ha resaltado que en esta cuestión existe un conflicto de intereses y por ello es necesario «hacer un paréntesis para establecer un debate y poder tomar decisiones». «En democracia lo justo es escuchar las demandas y en política lo que no podemos echar de menos es el oído», ha concluido el presidente.