El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha declarado que la región perdería, aproximadamente, 170 millones de euros en siete años con la reforma del 15 por 100 de la Política Agraria Común (PAC).
Tras la reunión de esta mañana con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha afirmado que «hay que pelear el céntimo para los agricultores y ganaderos» de España, ya que esa disminución de la PAC «es muy grave» para el país y para la propia comunidad autónoma.
Además, Martínez Arroyo ha explicado que la principal preocupación de Castilla-La Mancha dentro de la PAC, a la que cataloga de «prioridad absoluta», es la política de Desarrollo Rural, ya que es «clave para garantizar el futuro de los pueblos» y, tiene en cuenta «la necesidad de los habitantes de tener la misma calidad de vida que los del medio urbano».
También durante el encuentro, el consejero ha solicitado la creación de un centro de inspección en Castilla-La Mancha para las empresas de exportación de frutas y hortalizas, ya que es la «única comunidad autónoma sin él».
Por último, Martínez Arroyo ha manifestado la necesidad de apoyar al sector vitivinícola y garantizarle un nivel de recursos suficientes desde el «enfoque político» y así, orientar las ayudas al sector del vino, de frutas y hortalizas, como las de otros sectores de mayor necesidad.