La primera jornada de huelga contra de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se quiere aplicar en Paradores está teniendo un seguimiento de alrededor de un 70 por 100 en los centros de Castilla-La Mancha, según los datos de CC.OO.
Así lo ha indicado a Efe el representante de ese sindicato, Santiago Zafrilla, quien ha detallado que en el caso de Albacete y Manzanares (Ciudad Real), los dos afectados por el posible cierre total, el seguimiento el del 100 por 100 y sólo trabajan los empleados de seguridad, como se pactó con la empresa.
En el caso de los de Oropesa (Toledo) y Almagro (Ciudad Real), donde están previstos cierres parciales de cinco meses cada año, el seguimiento ronda el 60 por 100.
Según Zafrilla, los paradores con menor respuesta a la convocatoria de huelga son los de Cuenca y Sigüenza, donde apenas ha llegado al 20 por 100.
El ERE de Paradores afectaría directamente a los ochenta empleados que tienen los establecimientos de Albacete y Manzanares (cuarenta cada uno), mientras que los alrededor de setenta que hay entre el de Oropesa y el de Almagro pasarían a ser fijos-discontinuos.
Además, según Zafrilla, el ERE prevé otros 28 despidos en el resto de paradores de la comunidad autónoma (Cuenca, Sigüenza, Alarcón y Toledo).
A mediodía de hoy, se han producido concentraciones de protesta en Albacete, Manzanares, Toledo y Oropesa.
En este último caso los trabajadores han tenido el apoyo de políticos locales de todos los grupos políticos y han comenzado una recogida de firmas contra una medida que, a su juicio, hundiría la economía de la comarca.
En Albacete, se han concentrado unas sesenta personas en la céntrica plaza del Altozano para mostrar su rechazo al plan del Ministerio de Industria.
El secretario regional de UGT, Carlos Pedrosa, y el provincial de CC.OO., Francisco de la Rosa, han acompañado a los trabajadores del Parador, así como algunos concejales de PSOE e Izquierda Unida.
Aurelio Buendía, portavoz del Comité de Empresa, ha pedido a la presidenta de la Junta, María Dolores de Cospedal, que «arrime el hombro» para conseguir que el parador albaceteño siga abierto, ya que no hay «razones económicas» que justifiquen el cierre, ha asegurado, y unas 50 familias pueden quedarse sin su fuente de ingresos.