El descenso de los precios este año en el mes de julio (-0,4 en Castilla-La Mancha, -0,2 por 100 en España) está muy lejos del registrado en julio del pasado año (-0,7 en CLM, -0,5 en España), de forma que sigue incrementándose el IPV interanual, que se sitúa en el +2,2 en el país y una décima menos en nuestra región, advierte CC.OO. en nota de prensa.
CC.OO. asegura que este mal comportamiento de los precios en un mes habitualmente bajista se debe sobre todo a los cambios en la normativa de financiación de los medicamentos, que trasladan a las personas un mayor coste; y que se añade a la subida en carburantes y lubricantes y electricidad y gas. Estas subidas contrarrestan los descensos en los precios en ropa y calzado debidos a las rebajas.
«Hay además una parte no pequeña de los empresarios que no colabora en el objetivo de reducir los precios, manteniendo beneficios desmesurados en relación con el valor de los productos que venden».
Para CC.OO. «lo que es evidente una vez más es que no se puede responsabilizar a los salarios de la subida del IPC, ya que buena parte de los trabajadores no han suscrito aún el convenio colectivo; las subidas medias pactadas (un 0,85 por 100 en los convenios suscritos en lo que va de año) están por debajo de la inflación; y muchos trabajadores incluso ha visto reducidos sus salarios para colaborar al mantenimiento de sus empresas».
Por el contrario, CC.OO. asegura que la causa del mal comportamiento del IPC es sobre todo la subida de los precios de los medicamentos impuesta por el Gobierno y la pésima determinación de los precios energéticos. En el caso de los derivados del petróleo, de producción foránea, porque los suministradores españoles se apresuran a subir el precio mientras que tardan demasiado en bajarlo y no incorporan el efecto del fuerte descenso de la demanda mundial. Y en el caso de la electricidad, de producción propia, porque tiene un sistema de determinación de precios alejado de criterios económicos lo que permite a unas pocas empresas mantener beneficios desmesurados a costa de la población española.
«Todo ello supone un serio mazazo a las posibilidades de competir mediante precios de la economía española y un deterioro de las condiciones de vida de los españoles, en especial de quienes tienen menos renta. Y la situación se agravará con la próxima subida del IVA».