El secretario general de Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha, José Luis Gil, ha manifestado que, más allá de la «brocha gorda» que supone la cifra de incremento salarial, lo «relevante» del preacuerdo es «un pacto de rentas» que contiene medidas como el control salarial de los ejecutivos de las empresas.
El secretario general de Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha, José Luis Gil, ha afirmado que el preacuerdo de negociación colectiva alcanzado por la patronal y los sindicatos es un ejercicio de responsabilidad de todos que reparte los esfuerzos para combatir los efectos de la crisis.
Gil, en rueda de prensa, ha valorado este acuerdo, que prevé una subida salarial para 2012, 2013 y 2014 de hasta el 0,6 por 100, que pueda ser actualizada según la evolución de la inflación nacional, la europea, el precio del barril de petróleo y del PIB, pero en un único pago y sin que sea consolidable en la nómina.
El dirigente sindical ha manifestado que, más allá de la «brocha gorda» que supone la cifra de incremento salarial, lo «relevante» del preacuerdo es «un pacto de rentas» que contiene medidas como el control salarial de los ejecutivos de las empresas.
También ha destacado las medidas pactadas para mejorar los procedimientos de actualización de los convenios en las empresas y para ofrecer alternativas para «taponar la sangría del desempleo» con medidas que permitan que los empresarios no hagan los ajustes por la vía de los despidos.
Según Gil, no se puede pedir más responsabilidad a empresarios y sindicatos, por lo que el Gobierno debe respetar el acuerdo, que contiene «instrumentos viables y socialmente justos».
A su vez, el Ejecutivo debe responder con medidas de control de precios en materias de primera necesidad como la alimentación, el transporte y la energía, de modo que haya un acuerdo equilibrado que reparta los esfuerzos entre el Gobierno, las empresas y los trabajadores.
Al hilo de esta cuestión, Gil ha sido preguntado por sus relaciones con la patronal en Castilla-La Mancha, una relación que -ha dicho- parte de «un respeto natural» y se mantiene siempre con puentes tendidos y disposición al diálogo más allá de las discrepancias concretas.
En este sentido, ha destacado el «trabajo discreto» de interlocución que mantienen los agentes sociales de la comunidad autónoma y ha confiado en que dé sus frutos.