El exconsejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Ángel Berges Lobera ha reconocido que las plusvalías «teóricas» de 400 millones de euros que presentaba Caja Castilla La Mancha (CCM) en 2008, deberían haberse producido antes del cierre del ejercicio.
En su comparecencia ante el juzgado central de lo penal, Berges ha sostenido que esas plusvalías generadas por la corporación eran «viables» aunque, a preguntas del fiscal, ha matizado que deberían de haberse producido durante 2008 para poder contabilizarlas en aquel año.
CCM presentó unas cuentas de 2008 que incluían 400 millones de plusvalías provenientes principalmente de ventas de activos, aunque esta cantidad no llegó a alcanzarse nunca.
El Banco de España intervino en marzo de 2009 la caja castellanomanchega, entidad que se convirtió en la primera en caer durante la crisis.
Berges, autor del informe con el que la caja pretendía establecer una «especie de plan estratégico» a largo plazo, ha sostenido además que la propuesta de un calendario para la progresiva aplicación de los requerimientos del Banco de España «parecía necesaria» de cara a recuperar el coeficiente de solvencia.
Sobre las plusvalías también se ha pronunciado el ex director general de CCM Corporación Juan Ávila González, quien ha afirmado que la caja «pidió un esfuerzo factible» a su filial para que ayudase a incrementar la liquidez.
Sin embargo, ha reconocido que Corporación, cuyos beneficios revertían después en la caja a través de los dividendos, se marcó un «objetivo ambicioso» al plantear la venta de 500 millones en activos que ya en octubre de 2008 se antojo «imposible».
El exdirector de la filial de CCM ha recordado además que, aunque la corporación no fuese intervenida por el Banco de España, los procesos de toma de decisiones se vieron alterados después de marzo de 2009.
El exvocal del consejo de administración de CCM José Fernando Sánchez Bódalo, ha calificado de «condescendiente» la actitud del Banco de España sobre los calendarios.
EL VISTO BUENO POR PARTE DEL BANCO DE ESPAÑA
«Teníamos la sensación de que no nos prestaba la suficiente atención porque nunca nos respondió al planteamiento que enviamos», ha dicho Sánchez Bódalo, que ha añadido que se pusieron «muy contentos» cuando se publicaron los resultados porque, entendieron, «significaba que el Banco de España había dado el visto bueno».
Además, el exvocal ha reconocido que aunque la caja tenía un problema de liquidez «bestial» fruto de una «campaña de desprestigio y de descrédito reputacional por motivos políticos», CCM era una entidad «viable» que siguió dando «un patrimonio neto positivo» incluso tras las dotaciones «mastodónticas» de la intervención.
Sobre la concesión de créditos, Sánchez Bódalo ha argumentado que el comité superior de riesgos, conformado por expertos, valoraba «otros aspectos» del cliente tales como su cartera de negocio o el volumen de negocio que representaba para la caja, por lo que contradecir sus propuestas hubiera sido «una temeridad».
Asimismo, ha dicho que CCM no se regía «por compadreo, sino por tolerancia y rigor», y ha defendido que «un director de oficina era más ejecutivo que el propio presidente de la caja».
Para mañana está prevista la última jornada del juicio contra Hernández Moltó y el ex director general de CCM, Ildefonso Ortega, para quienes la Fiscalía pide dos años y medio de prisión e inhabilitación, por la presunta «maniobra contable» con la que se habrían dejado de reflejar pérdidas millonarias en la caja.