Comisiones Obreras ha reclamado que se de un impulso en el protocolo del diagnóstico de sospecha de enfermedades profesionales en Castilla-La Mancha, ante el «bajísimo» número de casos de enfermedades profesionales reconocidas como tales en la región.
Ese bajo porcentaje se amplía si la cifra de enfermedades reconocidas se confronta con el número de trabajadores ocupados en la comunidad autónoma, según ha indicado en una nota de prensa CCOO.
Como ejemplo, el sindicato ha indicado que en 2013 se reconocieron en Castilla-La Mancha 214 casos de enfermedades profesionales, frente a las 365 que fueron reconocidas en Aragón o las 650 que se reconocieron en Navarra.
Asimismo, ha apuntado que si el porcentaje de reconocimientos se referencia con el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, Castilla-La Mancha se quedó en el 0,04 por 100, frente al 0,07 por 100 de Aragón y al 0,27 por 100 en Navarra.
Al año siguiente, en 2014, Navarra se mantuvo en el 0,26 por 100, Castilla-La Mancha en el 0,04 por 100 y Aragón subió al 0,09 por 100.
Según CCOO, estos tres casos «ponen de relieve, no sólo la enorme infradeclaración de enfermedades profesionales que se registra en Castilla-La Mancha, sino los nulos avances de nuestra comunidad para corregir esta grave deficiencia».
Para el sindicato, las principales causas de la infradeclaración de enfermedades profesionales son dos: la descoordinación entre los servicios de prevención y las mutuas y, sobre todo, el interés económico de las propias mutuas.
Para ahorrar costes, las mutuas se resisten a reconocer el origen laboral de la enfermedad, de forma que es el sistema público de salud el que se tiene que hacer cargo de la asistencia del enfermo y de abonarle la prestación económica que le corresponda, ha advertido el sindicato.
«Esta es la práctica habitual. Puestos a optar entre la ética y los beneficios, las mutuas prefieren estos últimos», ha denunciado CCOO, que ha considerado que «es la propia normativa legal la que sirve en bandeja a las mutuas la posibilidad de engordar sus balances, perjudicando directamente al trabajador enfermo y perjudicando también a las arcas públicas y al conjunto de la sociedad».
CCOO ha insistido en reclamar a los servicios de prevención de las empresas una correcta evaluación de los riesgos para poder identificar claramente las enfermedades profesionales y al servicio regional de Salud (Sescam) que facilite la formación de médicos de atención primaria y la coordinación con empresas y mutuas.