Los secretarios generales en Castilla-La Mancha de CCOO, José Luis Gil, y de UGT, Carlos Pedrosa, han valorado de forma positiva el Plan de Empleo presentado el martes por el Gobierno regional, al que consideran una «necesidad apremiante» y del que señalan que entronca con las demandas efectuadas por ambos sindicatos en los últimos cuatro años.
Rueda de prensa ofrecida por José Luis Gil y Carlos Pedrosa.
No sin antes condenar enérgicamente la agresión sufrida ayer por la presidenta de VOX Cuenca, Inmaculada Sequí, José Luis Gil ha destacado que este Plan de Empleo ha sido negociado y que «tiene muy presente a las víctimas de la crisis»: jóvenes, parados de larga duración y mayores de 55 años. No obstante, tanto para el responsable de Comisiones Obreras como para el de UGT -quienes abogan por que el plan empiece aplicarse en octubre- uno de los aspectos fundamentales y más urgentes es la cobertura que se ofrece para aquellos desempleados que han dejado de percibir prestación. En este sentido, argumentan que «hay que gente que no puede esperar más», por lo que piden al Ejecutivo de Emiliano García-Page «celeridad» en el desarrollo normativo de las medidas y un respaldo presupuestario. Al resto de los partidos, que «apoyen lealmente lo que es una necesidad imperiosa para decenas de miles de personas» y a las diputaciones y ayuntamientos que «dirijan todos sus esfuerzos en esta línea».
Los sindicatos mayoritarios esperan que continúe el diálogo con la Junta y perfilar así medidas a medio plazo que aborden, no sólo el problema del empleo, sino también otros de tinte social como los servicios públicos, la sanidad, la educación… Abogan por abrir espacios de negociación y foros que «permitan recuperar cuatro años perdidos y reconstruir la región para las personas». José Luis Gil añadía que «no se puede hacer una política económica del siglo XXI con prácticas de empresas del siglo XIX», por lo que instaba a ampliar ese espíritu de diálogo a la patronal y a «resetear comportamientos».
Por su parte, Carlos Pedrosa apuntaba que el Gobierno de Castilla-La Mancha no lo tendrá fácil en la aplicación de estas medidas de lucha contra el desempleo, en primer lugar porque no cuenta con mayoría absoluta en las Cortes regionales y, en segundo lugar, porque «tiene unas limitaciones importantes, una de ellas la capacidad de gasto tanto para el presente ejercicio como para la elaboración de los presupuestos de 2016». Sobre este asunto hacía mención a los Presupuestos Generales del Estado pues «cargan el grueso de los recortes en las comunidades autónomas y especialmente en ésta». Recordaba el descenso del 22 por 100 en la partida de prestaciones por desempleo y la caída del 16 por 100 en la de políticas de empleo, dos ejemplos -en su opinión- de la manera en que los PGE coartarán la acción del Ejecutivo de Page.
Coincidía en la necesidad apuntada por Gil de «convocar urgentemente foros de diálogo social», «foros que en los últimos años han estado olvidados».