Reabrir la negociación colectiva y que ésta se abra paso con «salarios dignos», que permitan también «recuperar a las personas», será una de las principales reivindicaciones en las movilizaciones convocadas para los próximos días 19 y 22 de febrero por CCOO y UGT, que han considerado «una tomadura de pelo» las propuestas de subida salarial de la patronal.
Así lo han puesto de manifiesto en una rueda de prensa en Toledo el líder regional de CCOO, José Luis Gil, y el responsable provincial de UGT en Toledo, Alberto Sánchez, que han estado acompañados por la secretaria regional de Organización de UGT, Laura Íñigo, y el secretario provincial de CCOO en Toledo, Jesús García Villaraco.
Los cuatro dirigentes sindicales han hecho hincapié en que las movilizaciones del próximo domingo, 19 de febrero, frente a las Subdelegaciones del Gobierno de las cinco provincias de la región, y el día 22 frente a las organizaciones empresariales, tienen que ver con los salarios, pero también con las pensiones, el aumento de los suministros básicos como la luz, la brecha salarial y las crecientes desigualdades de clase en España.
Dicho esto, Sánchez ha hecho especial hincapié en la necesaria subida salarial, pues, según ha afirmado, «el discurso de que no hay dinero ya nadie se lo cree», cuando sí lo hay para recuperar bancos y autopistas.
En este punto ha subrayado que «España no tiene un problema de gastos, sino de ingresos», y ha calificado como una «tomadura de pelo» la propuesta de la patronal de una subida entre el 0 y el 1,5 por 100, mientras que ellos apuestan por una horquilla que va del 1,8 al 3 por 100.
«No podemos consentir una tomadura de pelo de este calibre a las clases trabajadoras de este país», ha afirmado Sánchez, quien ha agregado que además van a pedir la derogación de la reforma laboral «artículo por artículo» y a demandar un «nuevo contrato social para recuperar» a las personas.
En este sentido ha remarcado que, en Castilla-La Mancha, «hay 219.000 personas que quieren trabajar y no pueden y más de 61.000 familias con todos sus miembros en paro», lo que requiere «una revisión de las políticas actuales y avanzar en un modelo de bienestar por y para la ciudadanía».
En similares términos se ha expresado el líder regional de CCOO, quien ha asegurado que España necesita acuerdos de calado «para que el empleo sea lo primero, que esto se pueda plasmar de forma clara en las empresas, y también para que podamos recuperar de manera ordenada y razonable el proceso que ha fracturado la reforma laboral» en relación con la negociación colectiva.
«Ambas cosas dependen de la voluntad que hasta ahora no ha mostrado la patronal a nivel nacional», ha aseverado Gil, quien ha confiado en que la confederación regional de empresarios (Cecam) «tenga más sensibilidad».
En este contexto ha reconocido que la actitud demostrada por la patronal castellano-manchega en la reunión que mantuvo con los sindicatos el pasado viernes «fue totalmente distinta», lo que ha valorado públicamente, «porque me parece relevante», ha aseverado.
Y, en este sentido, ha confiado en que los pasos que se han iniciado con la Cecam «den sus frutos» y que esta organización entienda que «en Castilla-La Mancha somos capaces de avanzar sin tutelas de nadie» y que, «aunque es verdad que un acuerdo nacional siempre ayuda más, aquí podemos ser capaces de marcar la diferencia en positivo».
También se ha referido Gil al «comportamiento errático e injusto de la política económica del Gobierno», que, según ha afirmado, además de generar «un sentimiento anti-política entre la gente, cada vez más incrédula con lo que plantean los gobernantes», ha tenido consecuencias muy negativas para la gente y ha puesto como ejemplo la pobreza energética.
Según Gil, ésta y otras cuestiones ponen de manifiesto que el Gobierno «ha hecho un máster de cómo castigar a la gente de manera innecesaria», por lo que «sorprende sobremanera -ha apostillado- que ayer mismo el presidente del Gobierno en su intervención final del congreso del PP hiciera un canto encendido de lo bueno que es para este país el diálogo social».
En este punto ha abundado que, «no solamente vale con decir esto en los congresos, cuando te juntas con los tuyos, sino hacerlo efectivo cuando gobiernas para la gente de este país y desde luego el presidente del Gobierno no ha favorecido precisamente el diálogo social», ha aseverado.
Y ha agregado que, prueba de esto, es que «solamente hay una mesa abierta, la de pensiones, con dificultades serias, y no se avienen a discutir qué ha de pasar con la reforma laboral en este país, que es un elemento tremendamente negativo».
Por todo ello, ha resumido Gil, en las movilizaciones de los próximos días, se va a poner de manifiesto que «rechazamos políticas insensibles» que han llevado a la pobreza energética o la falta de protección por desempleo y que también tienen mucho que ver con los jóvenes, con las mujeres y con la brecha salarial que existe en España y que ha tachado de «inaceptable, inasumible e impresentable».
Por su parte, el secretario provincial de CCOO en Toledo ha hecho hincapié en que los planteamientos de subida salarial de la patronal «se han quedado obsoletos por la subida de los precios», por lo que, además de rechazarlos, reclaman cláusulas de revisión salarial «por si el IPC se dispara».
Respecto a la situación de la negociación colectiva, ha recalcado que actualmente hay en Toledo 50.000 trabajadores pendientes de convenio colectivo y 210.000 en toda la región.
Por su parte, la secretaria regional de Organización de UGT ha aludido a la brecha salarial «cada vez mayor», a la precariedad de los contratos -el 92 por 100 de ellos eventuales- y a las pensiones, cuya subida del 0,25 por 100 para este año «no se corresponde con el 3 por 100 de subida del IPC», con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo para los nueve millones de pensionistas españoles.