El Segoviano, de Alcadozo (Albacete); Villa Isabelica, de Aldea del Rey (Ciudad Real); La Cabaña de Alarcón, de Alarcón (Cuenca); El Rincón de la Espe, de Albalate de Zorita (Guadalajara); y La Sartenilla, de Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo), han sido los restaurantes que han obtenido un Broche Gastronómico del medio Rural en la IV edición de estos reconocimientos gastronómicos.
Unos galardones que se entregarán el próximo lunes en Aldea del Rey, bajo la presidencia del jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, y que han sido presentados por el presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha, José María San Román, y el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán.
San Román ha comenzado agradeciendo al consejero que haya hecho posible que estos galardones continúen llevándose a cabo con el fin de consolidar estos Broches. «La gente ya nos reconoce y la Academia tiene que seguir trabajando para mantener el concepto y el espíritu» de estos premios.
Ha señalado que han sido 36 los restaurantes que se han presentado en esta IV edición de los Broches Gastronómicos de los que han sido elegidos cinco, uno por cada provincia. Además, el lunes también serán distinguidas cinco localidades de la región, también una por cada provincia, por su contribución a la gastronomía local y regional. También habrá un reconocimiento a las localidades de Letur y Mira afectadas por la DANA.
Los cinco restaurantes reconocidos
El presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha ha concretado que El Segoviano de Alcodozo, una localidad de 650 habitantes, es «perfecto» para acudir con la familia un fin de semana al ofrecer comida regional a precios «justos y asequibles» y tener como «plato estrella» el cochinillo.
Villa Isabelica de Aldea del Rey, con una población de 2.500 habitantes, es un restaurante de ambiente familiar y se define «por la cosa sencilla» en la cocina a la vez que «muy refinada». Allí se pueden degustar los mejores sabores en un «sitio espectacular».
De su lado, en La Cabaña de Alarcón, una localidad de unos 180 habitantes a mitad de camino entre Madrid y Valencia, cuenta con unas «preciosas vistas» y, además de «lo bien que se come», es destino «secreto» de numerosas personalidades. «Te puedes encontrar a muchos músicos o pintores que los fines de semana van a comer allí».
En el Rincón de la Espe, en Albalate de Zorita, un pueblo de 2.140 habitantes, la comida es «una delicia para el paladar». Se trata de un restaurante, ha indicado el presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha, que «tiene una gran calidad» y está en medio de la naturaleza.
Finalmente, La Sartenilla, en Las Ventas con Peña Aguilera, una localidad de 1.120 habitantes, la comida es casera y están especlializados en carne de caza que se sirve en un ambiente «cálido y acogedor». «Es uno de los sitios en caza de mejor calidad de Castilla-La Mancha», ha afirmado San Román.
Los pueblos que se reconocerán el lunes en Aldea del Rey
El próximo lunes en Aldea del Rey también serán reconocidas cinco localidades de la región por su contribución y apoyo a la gastronomía castellanomanchega. Se trata de Lezuza, en Albacete, donde se come «muy bien» el gazpacho manchego, la carne de caza, las migas, las gachas o el pisto manchego.
A ella se suma Fernán Caballero, en Ciudad Real, donde San Román ha destacado que su tradicional concurso de caldereta o que desde hace seis años su ayuntamiento haya impulsado unas jornadas gastronómicas a base de platos típicos manchegos junto a otros «innovadores», fusionando la gastronomía.
El Provencio, en Cuenca, también será distinguido con un Broche Gastronómico al ser una tierra de tradición vinícola cuyo paisaje está dominado por la vid y donde la hostelería está siendo un reclamo para el turismo; mientras que Brihuega, en Guadalajara, ha sido elegido por ser un pueblo que cuenta con numerosos restaurantes donde probar la gastronomía local de raíces alcarreñas con «mucha influencia» manchega y árabe.
Finalmente, en la provincia de Toledo el pueblo elegido ha sido Layos. Situado en el corazón de la comarca de los Montes de Toledo cuenta con dos platos que para gastronómicos «son importantes», como son el cocido y el pan, ha manifestado el presidente de la Academia Gastronómica de Castilla-La Mancha.
Mención especial para Letur y Mira
El próximo lunes, 13 de noviembre, estos IV Broches Gastronómicos del Mundo Rural reconocerán también a las localidades de Letur, en Albacete, y Mira, en Cuenca, tras el paso de la DANA del pasado mes de octubre que asoló estos municipios.
San Román ha destacado de Letur que es un municipio que apuesta por la gastronomía y el turismo con platos típicos de la Sierra del Segura; mientras que de Mira ha resaltado sus viñedos, sus almendros y sus olivos.
Finalmente, ha avanzado que la Academia intentará organizar un acto este año en el que participen todos los cocineros y restaurantes que han obtenido Broches a lo largo de estos años, en apoyo a Letur y Mira.
De su parte, el consejero ha reafirmado su compromiso de mantener vivos estos premios para destacar que Castilla-La Mancha tiene en su sector agroalimentario y el agropecuario el 18 por ciento de su PIB. «Esto adquiere mayor dimensión, si cabe, cuando lo vinculamos a una actividad como la gastronomía donde ese 18 por ciento se incrementa».
Ha destacado la labor de los agricultores y ganaderos de la región como baluartes de la creación de materias primas, «que en Castilla-La Mancha tienen una mayor dimensión de calidad cuando decimos que tenemos 40 denominaciones de origen. Pero no nos conformamos y queremos seguir avanzando en nuevas figuras de calidad y que todas ellas a su vez están incluidas dentro de lo que consideramos dieta mediterránea».
Todo ello le ha llevado a decir que «es fácil entender» que cada vez más «grandes cocineros» quieran instalarse en los circuitos de cercanía para tener la posibilidad de acoger marcas de calidad «bajo su refrendo» aunando comida tradicional con innovación, poniendo así de manifiesto que el sector «está vivo», es «dinámico y «no para de trabajar».
«Se trata de un producto que genera empleo, que hace un desarrollo socioeconómico importante y contribuye a asentar población en todos esos municipios, porque en este caso la peculiaridad de estos premios es que se refieren a entidades que se asientan en localidades que están padeciendo sistemáticamente un riesgo de despoblamiento importante y estamos seguros que contribuyen a echar el freno para poder seguir manteniendo vivas esas zonas rurales», ha concluido.