La campaña de vendimia de Castilla-La Mancha se ha cerrado con una producción de unos 22 millones de hectolitros, lo que supone entre un 10 y un 15 % menos con respecto a la del año pasado de media, según las estimaciones de la organización agraria Asaja.
Sin embargo, el pasado sábado, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, avanzó una producción de 24 millones de hectolitros, que suponen un aumento del 6,6 % por ciento con respecto a la del año pasado, teniendo en cuenta que, según el Gobierno regional, la producción de la anterior campaña fue de 22,5 millones y, según Asaja, de 25 millones.
En un comunicado difundido hoy, Asaja ha atribuido a «las malas condiciones climatológicas, altas temperaturas del mes de mayo y sequía durante todo el verano» este descenso de producción, que ha afectado tanto al viñedo de secano como al que cuenta con riegos de apoyo.
Y ha agregado que, aunque de momento las declaraciones de cosecha no están cerradas, ya hay datos que demuestran el descenso, como el volumen de orujo que entra en las destilerías, que este año ha visto una reducción en torno al 10%.
No obstante, se espera que de la recolección de las 440.000 hectáreas de viñedo de la región se obtengan unos vinos de gran calidad pues el propio calor ha hecho que no haya brotes significativos de enfermedades como mildiu, oidio o botrytis y la uva ha entrado con muy buen estado sanitario en las bodegas y cooperativas.
Según la organización agraria, la campaña se ha desarrollado con normalidad, a excepción de los problemas al inicio de campaña en la zona de Valdepeñas.
Asaja ha subrayado también que este año, como novedad, la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) está vigilando el cumplimiento de la Ley de la Mejora de la Cadena Alimentaria, en cuanto a existencia de contratos y cumplimiento de plazos de pago.
Así, ha recordado que AICA está requiriendo a unos 200 viticultores de la región información sobre las cantidades de uva entregada, las fotocopias de los albaranes o tickets de báscula y, para los que hayan entregado uva a bodegas privadas o cooperativas de las que no son socios, las fotocopias de los correspondientes contratos.
Y además extenderá la investigación a bodegas que hayan comprado uva, con el consiguiente levantamiento de actas, y, si detectaran infracciones, abrirían los oportunos expedientes sancionadores.