El coordinador del Termómetro Económico, Mario Donate, ha presentado los datos del estudio correspondientes al primer trimestre del año 2018, en el que el crecimiento de la economía regional sigue siendo «sólido» en línea con los trimestres anteriores, aunque crece por debajo de la tasa de variación nacional.
En relación a los sectores, en los tres primeros meses del año ha destacado la evolución de los servicios, que se comportan de forma «muy positiva», y se ha producido un «ligero estancamiento de la actividad industrial», ha indicado Donate.
Por parte de la demanda, es el consumo interno el que tira de la economía castellanomanchega y las exportaciones ponen una nota negativa en el Termómetro Económico porque «parece que se ralentiza» el crecimiento de las mismas, ha especificado, mientras que la confianza empresarial también decrece intertrimestralmente, pero es superior en términos interanuales.
Subió el paro y tendencia positiva en el consumo
También entre los aspectos negativos se encuentra el crecimiento del paro en un 0,94 por ciento con respecto al cuarto trimestre de 2017 pese a que la tasa interanual es positiva (20.800 desempleados menos).
Por el lado de la oferta, en cuanto a la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), el coordinador del estudio ha hecho referencia a la previsión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) de crecimiento interanual del PIB regional del 2,7 % y un 0,5 % en términos trimestrales, pero ambas tasas son dos décimas inferiores a la española.
El comportamiento del turismo como componente del sector servicios ha sido positivo y tanto las tasas de pernoctaciones como de viajeros en Castilla-La Mancha han registrado variaciones interanuales de aumento, siendo marzo el mes con mayor variación interanual debido a la Semana Santa.
En cuanto a agricultura, los datos apuntan a una reducción interanual de las inscripciones de vehículos agrícolas en el primer trimestre del año y tampoco son buenas las cifras de empleo en el sector, con 1.700 ocupados menos.
Sin embargo, el sector de construcción evoluciona de forma positiva, ya que los datos de visado de obra nueva indican un crecimiento interanual para los dos primeros meses del año del 19,53 por 100.
Preguntado por la posibilidad de una nueva burbuja inmobiliaria, Donate ha opinado que «no se llegará a una burbuja como la anterior», ya que el sector financiero está más controlado en relación a las hipotecas, y ha considerado «positivo» que el sector de la construcción esté despegando y registrando crecimientos positivos de modo que «anime» a la economía regional.
De otro lado, en relación a la demanda, el consumo se comporta de manera bastante positiva por la evolución interanual del comercio minorista y las matriculaciones de turismos, que han crecido un 68,86 % en el primer trimestre con respecto a los mismos meses del año anterior.
[ze_summary text=»Cuesta mucho trabajo cambiar toda la estructura económica de una región»]Cuesta mucho trabajo cambiar toda la estructura económica de una región[/ze_summary]Y, en relación al déficit y la deuda, Castilla-La Mancha registra un déficit del 0,22 % del PIB en febrero (93 millones de euros), cinco décimas menos que el último trimestre de 2017, ya que cerró con un 0,72 %, mientras que la deuda regional sufrió un ligero descenso de una décima a finales del pasado año hasta el 36 %, 117 millones más en términos absolutos, situándose la cifra total en 14.430 millones de euros.
Con todo, Donate ha señalado que «cuesta mucho trabajo cambiar toda la estructura económica de una región», pero se ha mostrado convencido de que se están realizando «avances» en el cambio de modelo con la inversión en nuevas tecnologías, la concienciación de las empresas para llevar a cabo otro tipo de estrategias impulsando la exportación, y, por tanto, «se llega a mejorar en este sentido, pero despacio», ha estimado.
Por su parte, la vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente de la UCLM, Fátima Guadamillas, ha destacado que el Termómetro Económico arroja la misma tónica que los trimestres anteriores: un crecimiento regional que todavía está por debajo de la media nacional, un ligero repunte del paro y un comportamiento en el lado positivo de los servicios y el consumo interno.
Por último, para el gerente de la Fundación Caja Rural, la valoración del Termómetro Económico es «de esperanza contenida» y con «nubes y claros», y ha manifestado: «Podemos ser moderadamente optimistas, pero sin relajarnos».