El Plan de Vivienda 2022-2025, que está dotado con 75 millones de euros y llegará a 7.500 beneficiarios, tiene como programa «estrella» el de ayudas al alquiler, para el que se dedican 28,7 millones de euros en Castilla-La Mancha y que se dirige de manera especial a jóvenes, víctimas de violencia de género y afectados por desahucios, así como incluye un programa de lucha contra la despoblación.
El consejero de Fomento, Nacho Hernando, ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno en la que se ha dado el visto bueno a este plan de vivienda para los próximos cuatro años, que tiene el mismo presupuesto y número de beneficiarios que el anterior.
Estos son los programas
Ha explicado que el Plan constará de varios programas, entre ellos, el de ayudas al alquiler; el de adquisición o alquiler de vivienda para jóvenes en municipios de reto demográfico que, como novedad, ampliará la cobertura a los municipios de hasta 10.000 habitantes y que hasta ahora era hasta 5.000, con una inversión de 10,4 millones de euros; el de aumento del parque público de vivienda, con 7,5 millones de euros; y el programa de mejora de la accesibilidad a las viviendas, con 18,7 millones de euros.
Además, se incluyen otros programas como el de ayudas al alquiler a personas especialmente vulnerables víctimas de violencia de género; personas objeto de desahucio de su vivienda habitual; personas sin hogar y otras especialmente vulnerables; y el de ayudas a personas arrendatarias en situación de vulnerabilidad sobrevenida; además de los programas de puesta a disposición de viviendas para destinarlas al alquiler asequible o social, con 7,5 millones de euros.
Ayudas para rehabilitar barrios
Se ha visto también en el Consejo de Gobierno el programa de ayudas a entidades locales para la rehabilitación de barrios, al que le corresponden 40 millones de euros de los fondos de recuperación, y cuyo objetivo es realizar mejoras encaminadas a la reducción del consumo energético, de las que se beneficiarán unas 2.000 viviendas.
Hernando ha valorado que el Ministerio, a petición de Castilla-La Mancha, haya aprobado ayudas de hasta el 100 % del coste de la actuación en aquellos casos que exista vulnerabilidad económica y además, por primera vez también, estas ayudas cuentan con desgravaciones fiscales en el IRPF.
Las actuaciones subvencionables son mejoras de rehabilitación en edificios de uso predominante residencial, siempre que en la rehabilitación que se haga se produzca una reducción de un 30 por ciento del consumo y una reducción de la demanda energética anual de entre un 25 y un 35 %.
La cuantía máxima de la subvención se condiciona al ahorro energético final de la actuación, desde el 40 hasta el 80 por ciento y la cuantía máxima de la ayuda podrá alcanzar los 21.400 euros por vivienda.
El consejero de Fomento ha explicado que la selección de las áreas que hay que rehabilitar corresponderá a los ayuntamientos, que contarán con el apoyo de oficinas de rehabilitación destinadas a facilitar y simplificar la tramitación administrativa y técnica que conlleva este tipo de actuaciones.