El vicepresidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha avanzado hoy que tras el verano impulsarán una ley de desarrollo rural que integrará las medidas de apoyo al sector agrario e incluirá otras específicas para la agricultura familiar. Así lo ha destacado hoy Martínez Guijarro durante su intervención en el acto de presentación del Anuario 2016 de Agricultura Familiar de España de UPA, en el que ha puntualizado, además, que barajan entre uno y dos textos legislativos.
José Luis Martínez Guijarro.
En líneas generales, el vicepresidente ha destacado que los jóvenes, las mujeres y la titularidad compartida de éstas al frente de las explotaciones agrarias serán los tres vectores de «prioridad» en las líneas de actuación del Gobierno regional para lo que resta de legislatura.
Entre otros aspectos, ha destacado que han decidido prorrogar el período de presentación de solicitudes de incorporación de jóvenes hasta finales del mes de agosto.
Asimismo preparan una modificación del Plan de Desarrollo Regional (PDR) para incrementar los fondos de incorporación para los próximos años, que llegarán hasta los 92 millones de euros.
Por su parte, en el marco de las ayudas agroalimentarias, el Ejecutivo regional apostará por la cunicultura, con una ayuda prevista de cuatro euros por madre reproductora, y por la ganadería extensiva.
Para el sector agroalimentario, en otoño sacarán una convocatoria de ayuda para facilitar la mejora de instalaciones y su modernización, con la novedad de que se incluirá al sector del vino entre los posibles beneficiarios, ha avanzado el vicepresidente.
Seguirán adelante, además, con el proyecto de marca colectiva regional, de la que podrán beneficiarse alimentos manchegos que ya cuentan con una figura de calidad diferenciada.
En materia de agua, ha afirmado que pedirán al próximo Gobierno que se reabra un «debate serio» sobre la gestión hidráulica para garantizar las necesidades de los regantes en todos los territorios.
«Tenemos la sensación de que fuera de Castilla-La Mancha se piensa que es una región de la España húmeda y nada más lejos de la realidad» porque los regantes no tienen cubiertas sus necesidades.
Más aún, cuando se han reducido las asignaciones en los planes de cuenca y no hay suficiente disponibilidad para los agricultores en las cuencas del Guadiana, Júcar o Segura, según ha anunciado.