Tras la polémica surgida a raíz de la eliminación de los sueldos para los diputados de las Cortes Regionales de Castilla-La Mancha, a propuesta de la presidenta María Dolores de Cospedal en el Debate sobre el Estado de la Región, y las acusaciones vertidas por el grupo socialista, que ahora propone posponer la medida hasta el año 2015, sin duda a la espera de que una nueva cita electoral redefina la situación política, el sindicato mayoritario de la Función Pública pide, en un comunicado, mayor responsabilidad y que se tomen medidas que palien la difícil situación que atraviesan los empleados públicos.
Desde CSIF se lamenta que «los señores diputados se preocupen tanto de sus emolumentos y más bien poco de los recortes salariales que afectan directamente a la línea del bienestar de los empleados públicos, que han perdido el 30 por 100 de su poder adquisitivo en los últimos años, y que asisten con desasosiego a la pérdida inevitable de la paga extraordinaria de Navidad».
En un comunicado afirman que «mientras se siguen pidiendo esfuerzos a los trabajadores, aún a riesgo de poner en peligro la estabilidad de las economías familiares, a los señores diputados de Castilla-La Mancha parece preocuparles más mantener intactos sus privilegios en las Cortes Regionales o enzarzarse en cuestiones triviales y de escaso efecto para la recuperación económica o el progreso del estado del bienestar en nuestra región».
Para el sindicato resulta paradójico que el debate político se instale en las cuestiones monetarias que afectan a un escaso número de representantes de nuestra sociedad, cuando hay más de 70.000 empleados públicos a los que se les ha reducido el sueldo en dos ocasiones, se les ha incrementado la jornada, se les penaliza la baja por incapacidad temporal y se les niega la paga extraordinaria de navidad y los 45 días generados, cotizados y no afectados por la eliminación de la paga.
Desde CSIF se ha pedido «mayor responsabilidad de los políticos que nos representan, que se ocupen más profundamente de los problemas reales de la gente, y que dejen de mirarse el ombligo y trabajen por el conjunto de los ciudadanos que les han elegido para mejorar las condiciones generales de vida de los castellano-manchegos».
En opinión del sindicato, «el espectáculo al que nos toca asistir a diario en el debate político define a sus «señorías» negativamente, pues la mayoría de las veces muestran demasiado interés por mantener sus privilegios y poco por defender los derechos de aquellos para los que se supone desarrollan su trabajo, en una actitud que se manifiesta muchas veces sospechosa y frustrante para la ciudadanía en general».