El sindicato CSIF ha denunciado hoy que Castilla-La Mancha ha perdido casi 17.000 empleos públicos desde 2012 y, ante esta situación, ha pedido el desarrollo de ofertas de empleo público y planes de consolidación de empleo.
En nota de prensa, el sindicato ha analizado los datos del último Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda.
Castilla-La Mancha contaba hasta el mes de julio de 2014 con 114.531 empleados públicos frente a los 131.505 de enero de 2012, lo que supone una reducción de 16.974 empleados, el 12’91 por ciento menos que hace dos años.
CSIF ha denunciado que la disminución de empleados públicos en España ha sido del 6 por ciento, mientras que en Castilla-La Mancha alcanza «un lamentable 12’91 por ciento».
Por provincias, Albacete ha pasado de 26.814 a 23.916 trabajadores; Ciudad Real, de 33.925 a 30.399; Cuenca, de 14.513 a 12.240; Guadalajara, de 14.932 a 12.403 y Toledo, de 41.321 a 35.573 empleados públicos.
CSIF ha criticado que la disminución de empleados públicos, «fruto de continuos y desorbitados recortes, ha dejado las cifras del conjunto de las administraciones en los niveles de 2007, antes de la crisis».
El sindicato ha considerado «lamentable» lo ocurrido en Castilla-La Mancha con el empleo público y ha recordado que, en el caso de las comunidades autónomas, «el 80 por ciento de su personal pertenece a la sanidad y la enseñanza», lo que evidencia «cómo se están viendo afectados sectores básicos para los ciudadanos».
Para CSIF, «el origen de estos males está en una política de destrucción de empleo basada en una tasa de reposición cero, despidos masivos de interinos y no sustitución de bajas y vacantes».
«Al final, las administraciones se resienten, los servicios empeoran, el personal se sobrecarga, se suprimen servicios y se produce un envejecimiento de la plantilla», ha lamentado CSIF, que ha pedido un «cambio radical» en el año 2015.