CSIF lamenta que los datos conocidos del desempleo en Castilla-La Mancha correspondientes al mes de enero superen en nuestra Comunidad el porcentaje nacional. Nos inquieta la reiteración constante de este dato y consideramos que las políticas de recortes que se ejercen siempre sobre los mismos, sobre los empleados públicos y trabajadores en general, no tienen los efectos deseados, lo que las convierten en políticas fracasadas. Es inadmisible que en Castilla–La Mancha el paro supere sobradamente el 30 por 100, y no se adviertan signos de recuperación.
A nivel nacional, la cifra de parados aumenta en 132.055 desempleados, un incremento del 2,72 por 100 respecto a diciembre, mientras que en Castilla–La Mancha 9.270 personas más engrosan esta desoladora y dolorosa lista, lo que, porcentualmente, supone un 3,53 por 100 más.
El reparto de estos penosos datos en las provincias castellano-manchegas hablan por sí solos: 1723 en Albacete, 843 en Cuenca, 2.695 en Toledo, 1.065 en Guadalajara, y la provincia con peores datos absolutos, Ciudad Real, con 2.944 parados más. El año 2012 acabó con tres de nuestras provincias, Albacete, Ciudad Real y Toledo, en la lamentable lista de las 15 que superan el 30 por 100 y no se ve luz para salir de tan penosa relación.
El desempleo en el sector público sigue en aumento y sin desvanecerse la preocupación por nuevas supresiones y modificaciones de puestos de trabajo, lo que supone deterioro de servicios públicos fundamentales y riesgo para la pervivencia del estado del bienestar, amén del empobrecimiento general, ya que el detrimento en las condiciones de los trabajadores públicos y privados afecta a la vida económica de los ciudadanos en general.
Consideramos que las únicas políticas restrictivas y de recortes se deberían hacer son las que no se hacen, y que deberían corresponder a la clase política, que se resiste a esa responsabilidad y a ese ejemplo motivado. Cada día nos vemos desbordados con escándalos de abusos y corrupciones, tantos que unos solapan a otros, que hunden la confianza, la imagen y el futuro de España, desmotivando totalmente a los sufridos ciudadanos en sus esfuerzos para salir de esta crisis, mientras los verdaderos culpables mantienen privilegios y no asumen sus .
En ese ámbito es donde deberían aplicarse estas medidas de austeridad y cambiar de dirección, viendo su ineficacia, y apostar por la apertura y por dinamismo económico, por incentivar la inversión y la producción y, por tanto, el empleo. Los gobernantes han de ser conscientes que superar, invertir, la evolución del paro, acabar con esta lacra social, será el primer y fundamental signo para salir de la recesión, para superar esta grave situación a la que nos han llevado con sus abusos e ineficacia.-