Ahora más que nunca valdría el dicho de que la unión hace la fuerza. Porque nuestros bodegueros tienen claro que al mercado exterior también se llega desde posiciones conjuntas.
Ahí están todos absolutamente de acuerdo. Se elabora vino de mucha calidad en Castilla-La Mancha y ya somos una referencia, aunque hay otros peros, cada uno tiene los suyos, a los que no estaría mal buscarles una solución.
En este reportaje podrán leer las opiniones de varios de ellos. Opiniones sinceras y directas, al grano. Porque el vino es lo que más les importa.
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LICORES CARO, LA UNIÓN HACE…
A pesar de la situación de crisis general, la empresa Licores Caro, dedicada a la fabricación de licores y bebidas espirituosas y localizada en Yepes (Toledo), se mantiene en una aceptable posición. «Nosotros estamos aguantando», señala Orosio Gómez-Caro, propietario de la compañía. No obstante, reconoce que «tenemos que hacer ingeniería de costes».
Considera que en el sector es necesario un mayor apoyo institucional, fundamentalmente para huir de las luchas de precio «deshonestas» y contribuir a que se valore más el consumo de calidad. En este sentido Licores Caro ha tomado buena nota, pues de cara a 2014 ha iniciado un proyecto -en una plataforma conjunta en colaboración con otras empresas- con el que, apoyándose en la conmemoración del IV Centenario de El Greco, promocionarán sus productos. No en vano, «la unión hace la fuerza», concluía.
ENTREMONTES Y EL EXTERIOR
Sebastián Heras, presidente de Bodegas Entremontes, valoraba positivamente la campaña de este año. A ello ha ayudado la baja producción, que sin duda ha contribuido a sacar adelante el producto y a vender el 80 por 100.
Aquí es importante también destacar el nivel de exportación que tienen y el empuje que se está viviendo en los nuevos mercados que «aparecen». Para Entremontes están comenzando a ser relevantes los mercados de China y Brasil, países que se están interesando mucho por los vinos españoles. A pesar de ello, reconoce que la asignatura pendiente sigue siendo la comercialización de los vinos.
EL PROGRESO, BUENOS PRECIOS
La Cooperativa El Progreso, de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), también ha experimentado un crecimiento en cuanto a la exportación de los vinos, no solo por el aumento de los envíos al extranjero sino también por la aparición de nuevos mercados.
Además su presidente, Cesáreo Cabrera, señalaba que durante los últimos dos años se han ido encadenando buenos precios en los vinos, a lo que hay que sumar la baja cosecha, lo que ha permitido no tener muchos problemas para colocar el producto.
Echando la vista atrás, recuerda que hace tiempo los precios estaban hundidos y a los agricultores no les resultaba rentable recoger la cosecha. Sin embargo, esto ha cambiado y, aunque notan los efectos de la crisis, «se están resintiendo más los vinos de altos precios».
Considera que la comercialización y la gestión de las bodegas y cooperativas siguen siendo las asignaturas pendientes. Apuesta por la fusión de pequeñas bodegas para favorecer así su mantenimiento y la modernización de las instalaciones.
SANTA CATALINA, ABRIRSE HUECO
En la Cooperativa Santa Catalina, de La Solana (Ciudad Real), su presidente, Gregorio Martín, considera que en estos momentos «las operaciones en el sector se han parado un poco» tanto en el vino a granel como en el embotellado, algo que en su opinión no tiene por qué resultar preocupante ya que «venimos de una situación buena, con un incremento de precios».
Sostiene que las exportaciones siguen siendo un elemento fundamental para las bodegas y cooperativas y lo que más estimula la producción. En este sentido, considera que las cosas se están haciendo bien, «abriéndonos hueco en los mercados exteriores y llegando a otros nuevos». Además, «nuestros vinos cada vez gozan de más reconocimiento y se va conociendo en el extranjero su calidad».
Ahora, añade, hay que apostar por generar estructuras para vender más en el exterior. «Es un problema que nos hemos encontrado en el camino y al que hay que dar solución porque ésa es la dirección correcta y la manera de mantener los objetivos».
FÉLIX SOLÍS, CONSUMO EN EL HOGAR
Félix Solís Yáñez, presidente y consejero delegado de Félix Solís Avantis, entiende que «la situación económica actual está afectando a todos los sectores. En el caso del sector vinícola, España ha pasado de ser un país en el que el consumo de vino mayoritario se hacía en bares y restaurantes, a adoptar tendencias como las de otros países, donde el consumo se hace mayoritariamente en el hogar, siendo por tanto este sector el que se está viendo más resentido».
Y es que, afirma Solís, «según datos recientes facilitados por la Federación Española del Vino, el consumo nacional de vino ronda los 10 millones de hectolitros, lo que significa que cada individuo consume 20,92 litros por año. Los datos reflejan una clara caída en el consumo, teniendo en cuenta que hace más de 10 años era de más de 30 litros, y que otros países como Estados Unidos tienen un consumo per cápita más elevado».
En el caso concreto de su bodega, «por fortuna hemos comenzado el año con buenos resultados, y continuamos dedicando parte de nuestros esfuerzos a vender los productos en los mercados internacionales. La exportación supone para Félix Solís Avantis cerca de un 60 por 100 de la facturación, lo que hace que se compensen los resultados en el mercado interno».
En el caso del mercado nacional, «seguimos apostando por ofrecer marcas de calidad a precios muy competitivos. Contamos con marcas como Viña Albali, Blume o Castillo de Albai, entre otros, en el canal de alimentación, y otras como Analivia, Condado de Oriza o Arnegui para el canal de hostelería».
Para intentar mejorar la situación del sector, «las administraciones y las bodegas deberíamos ir de la mano y trabajar juntos en una misma dirección».
CAMINO ALTO, LOS FRUTOS…
Julio Raboso Saelices, gerente de la empresa familiar Bodegas Camino Alto (propiedad de cuatro hermanos), dice que el «sector tiene buenas perspectivas a pesar de que este año ha sido un poco atípico por los precios del vino, ya que ha subido mucho y la demanda se resiente, de tal forma que espera que el mercado que se ha ganado en años anteriores no se pierda con estos precios un poco más elevados».
Raboso considera que «los vinos españoles aún tiene mucho por delante en el mundo», de tal manera que, ante todo, es optimista: «Quedan muchas cosas por hacer, aunque se están haciendo muchas», añade.
Cree que el sector del vino está mejorando «porque se está exportando más, haciendo un trabajo que va dando sus frutos, puesto que el consumo nacional está muy estancado, de tal forma que sobre todo a las bodegas que llevan poco tiempo como la nuestra les cuesta mucho introducirse en el mercado con la situación que hay».
En este contexto, Bodegas Camino Alto «va despacio, con trabajo, ya que hacerse un hueco fuera cuesta, pero sí se van viendo posibilidades, mucho más que en el interior, lo que te anima a seguir, al contrario que ocurre cuando no se ven resultados», explica.
Camino Alto acaba de empezar a exportar a EE.UU., lo viene haciendo a Brasil (desde 2012), y México. En Europa trabajan con Dinamarca, Holanda y quieren empezar a hacerlo con Inglaterra y Alemania principalmente. China, de momento, «va un poco atrasado, pero el año que viene comenzaremos a exportar allí», avanza.
Como posibles soluciones, ve difícil el mercado interno: «Debemos trabajar todos juntos, porque no es cuestión de un sector solo, como la hostelería o los bodegueros o el consumidor, sino que algo debemos hacer todos para poner en valor el vino, que es muy importante en Castilla-La Mancha y en España«.
Y trabajar de forma seria, «no se puede servir un vino de cualquier manera, porque esto resta consumidores, mientras que las bodegas debemos hacer las cosas cada vez mejor. También las administraciones deben colaborar, sobre todo en Castilla-La Mancha, en pro de que el sector se mantenga», añade.
CRISTO DE LA SALUD QUIERE MÁS UVAS
Desde la Cooperativa Cristo de la Salud, en La Torre de Esteban Hambrán (Toledo), creen que «los vinos están subiendo de precio y el abandono del viñedo hace que cada vez queden menos kilos de uva». Y añaden que «esta cooperativa necesita kilos de uva para solventar las inversiones realizadas».
Todo esto les lleva a admitir que «la situación es complicada», aunque tienen ganas de «salir adelante, aunque sea difícil». Con todo, aseguran que la situación de esta cooperativa es buena, ya que se están «poniendo las pilas en comercializar más envasado y en salir adelante».
Como posibles soluciones, los responsables de la firma dicen que «no hay más que una: más número de kilos de uva». ¿Cómo se logra esto? «Buscando fusiones con otras bodegas, que sería lo ideal», aventuran. Afirman que en La Torre de Esteban Hambrán «hay dos bodegas, y las dos se están quedando sin kilos, pero si se fusionaran sería una empresa única que reduciría costes».
Una solución que no es viable (no se llevan demasiado bien, confiesan), con lo que intentan traer kilos de otros pueblos y vender más vino envasado, olvidándose de los graneles.
CRISTO DE LA VEGA Y LA CALIDAD
Javier Ruiz, gerente de la Cooperativa Cristo de la Vega, localizada en Socuéllamos (Ciudad Real), ve «el sector cada vez más profesionalizado, en el que Castilla-La Mancha hace unos vinos cada vez de mayor calidad, y dividido entre cómo afecta la situación al mercado del vino a granel y al vino embotellado», opina.
Asegura que el mercado del vino a granel «vive una situación muy favorable en un mercado cada vez más globalizado, dado que ya no se compite con localidades vecinas, sino con países del Cono Sur o países situados a miles de kilómetros de distancia». Agrega que en estos últimos países emergentes, «como la India, China o naciones de África o Sudamérica es donde el consumo está creciendo, lo que provoca que haya una demanda creciente de vino».
En cuanto al mercado del vino embotellado, dice que «está muy atomizado, hay un número ingente de marcas comerciales que llegan como una lluvia a los consumidores, lo que produce una guerra difícil de ganar por la que el parámetro que más se toca es el precio en contra a veces de la propia calidad de los vinos».
Aún refiriéndose al vino embotellado, Ruiz incide en que el consumo de vino a nivel nacional «ha empezado a crecer por primera vez en los últimos 20 años, a grandes distancias de los consumos registrados en otros países como Francia y Alemania, que no tienen el volumen de elaboración que tiene España». Por lo que cree conveniente que «España se centre en el consumo moderado de vino en lugar de otras bebidas alcohólicas».
¿A qué se debe, entonces, el aumento del consumo en España tras tanto tiempo? «Por la calidad de los vinos y la relación calidad/precio en Castilla-La Mancha, donde cada vez son mejores. Hay una tendencia, una moda, el vino se está socializando, dado que ya no solo beben vino los señoritos y los entendidos, sino que se está democratizando», responde.
En todo este contexto, ¿cómo se defienden las bodegas Cristo de la Vega? «Pues reforzamos mucho el departamento comercial; nos centramos en el mercado regional, casos de Ciudad Real, Toledo o Albacete, pero queremos que nuestro producto estrella, la marca Yugo, sea conocida en más regiones y lugares. Así, nuestro departamento comercial está haciendo un esfuerzo para que nuestros vinos, elaborados de forma cuidadosa y esmerada, sean reconocidos también en Madrid, Andalucía, Levante y en otros lugares donde, a pesar de que ya tienen buenos vinos, nuestros blancos, Yugo y el Yugo tinto joven, pueden tener una aceptación muy buena», afirma.
MARTÚE Y EL MERCADO EXTERIOR
Fausto González, de Ceo Bodegas Martúe-Viñedos de Nieva-Martúe Douro, ve el sector «muy activo desde el punto vista internacional y muy parado en lo nacional. Nosotros nos mantenemos en España debido a un extraordinario esfuerzo comercial, a la consolidación de nuestras marcas y a la fidelización de los clientes; pero lo fundamental se encuentra en la exportación, «crece en nuestras tres bodegas, originado por la apuesta que hicimos en años anteriores».
Entre las soluciones para mejorar la situación del sector, lo tiene claro, «la unión de consejos reguladores, asociaciones, federaciones… Mismos objetivos y estrategias, especialmente en comunicación».
NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y LOS PRECIOS RENTABLES
«Veo bien el sector. La última fue una cosecha corta y, por lo tanto, los precios adecuados, por lo menos en nuestra zona, pero habrá que esperar al futuro, a las nuevas reglamentaciones, para ver qué sucede», avanza Juan Antonio Calleja, director técnico de la Cooperativa Nuestra Señora de la Paz, en Corral de Almaguer (Toledo).
Cree que el sector «está consolidado, con precios más que rentables», de tal manera que está «muchísimo mejor que en anteriores temporadas, aunque haya un problema de cosecha, en torno al 20 ó al 30 por 100, pero como la rentabilidad es mayor, pues se puede decir que el sector está muy bien para los intereses de los viticultores».
«La exportación funciona bien. El mercado nacional, quizá por la crisis, está como está, pero por lo demás, bien», agrega.
En este contexto, la cooperativa tiene vendido casi el 100 por 100 del vino y exportan bien el embotellado a precios muy rentables.
¿De qué manera cree este enólogo que la situación puede mejorar?: «Haciendo un mayor esfuerzo en la comercialización con los países emergentes, como Brasil, Perú, Colombia, Venezuela y otros estados sudamericanos y de Centroamérica; también en los países asiáticos, principalmente la India, Vietnam, Corea o China, países emergentes en cuanto al consumo de vino. En el futuro van a ser consumidores importantes, porque países de más de 1.000 millones de habitantes hay pocos, países que ahora se están iniciando en el consumo del vino», concluye.
Lo tiene claro.
MONTE LA VILLA Y LOS ARRANQUES
Julito Mendoza Gómez, presidente de la SAT (Sociedad Agraria de Transformación) Monte La Villa, de La Villa de Don Fadrique (Toledo), dice que las «perspectivas ahora han caído ya que debido a los precios el mercado se ha resentido. Hay menos tirada, menos consumo, de tal manera que a la gente le va a costar digerir la situación».
El mercado, en su opinión, está un poco parado. «Pero nosotros en la bodega logramos mantener los precios aunque sea alargando los plazos de retirada, aun así hay que decir que la situación está muy cuesta arriba», matiza. Con todo, no cree que esté peor que en anteriores temporadas, «porque el precio es bueno».
La empresa se defiende en este contexto. Tiene todo el vino prácticamente vendido y cobrado, aunque los pagos «llevan un retraso de mes y medio».
A la hora de aportar soluciones, Julito apela a la alta temporalidad del sector: «Cada año es un mundo. Yo llevo ya unos años de presidente de la SAT. Tras el arranque que hubo nos vamos defendiendo, pero preveo que ante la reestructuración que está habiendo quizá volveremos a las andadas, produciéndose excedentes. Es pan para hoy y hambre para mañana, que te den dinero por arrancar viñas y ahora que te lo den para poner…», objeta.
«Yo hablo como presidente de esta bodega. Hace dos años, con los arranques, se perdieron millón y medio de kilos, y ahora, este año, con una cosecha menor, a la vuelta de dos años, con cosechas normales, llegaremos a los ocho millones de uvas, los mismos de antes», concluye.