El ERE en Paradores supondrá el despido de once trabajadores de los establecimientos conquenses de la capital y Alarcón, según ha asegurado la presidenta del comité de empresa del parador de Cuenca, Laura Garrote.
En una rueda de prensa, Garrote ha señalado que los nueve despidos del parador de Alarcón suponen perder un tercio de la plantilla, formada por 27 personas, y desmantelar de facto el comedor y la cocina, donde se realizarán la mayoría de los despidos.
En el caso de Cuenca, pese a que se despedirá a dos trabajadores en una plantilla que supera el medio centenar, Garrote ha resaltado que no sobran trabajadores, sino que en muchos casos se pide apoyo de empresas de trabajo temporal como refuerzo, especialmente los fines de semana.
«Se han puesto trabajadores indistintamente, se han repartido al azar, no se ha mirado el coste», ha manifestado Garrote, que es también miembro de la sección sindical estatal de Paradores de Comisiones Obreras.
Garrote ha recordado que el ERE afecta a cerca de mil trabajadores en toda España, y supone el cierre de siete establecimientos, entre los que se encuentran dos de Castilla-La Mancha: Albacete y Manzanares.
La dirigente sindical dice que la justificación de la dirección de la red es que han descendido las ventas, pero ha señalado que estos establecimientos no han dado pérdidas, que la caída de pérdidas es similar al resto de cadenas hoteleras y que se está buscando argumentos para la privatización total de la red en 2014.
Garrote ha sentenciado que la postura de la dirección de Paradores se resume en «vamos a dejar esto caer y cuando ya no caiga más se lo regalo a algún amigo mío».
En la misma línea se ha expresado el secretario general de CCOO de Cuenca, Pedro Lucas, quien ha subrayado que la estrategia es la misma que se está aplicando con todo lo público: «devaluar la gestión y el trabajo, hacer ver de cara al exterior que no son rentables, que son un problema, y posteriormente aplicar lo que aplican en todos lados, la privatización pura y dura de todo lo que tenga que ver con gestión pública en este país».
Por ello han hecho un llamamiento a secundar la huelga del próximo viernes y sábado en estos establecimientos, convocada en rechazo al ERE, y que se reeditará el próximo 31 de diciembre y 1 de enero.