El sindicato CCOO de CLM, a través de su secretaria de empleo y políticas sociales, María Ángeles Castellanos, ha puesto el foco en que en los últimos 10 años se han ido hasta 56.341 personas de menos de 35 años, lo conocidos como generación millennials. Aquí, el artículo de Castellanos íntegro:
«El verano es una época de reencuentros y de despedidas. Son muchas las personas de Castilla-La Mancha que se vuelven a despedir de las y los jóvenes que tuvieron que dejar la región ante la ausencia de oportunidades de vida digna.
María y Sergio parten al Reino Unido, lugar en el que han encontrado estabilidad laboral, salarios dignos y facilidades para acceder a una vivienda, condiciones indispensables para emprender un proyecto de futuro, pero condiciones que brillan por su ausencia en Castilla-La Mancha.
«Son solo un ejemplo de los muchos que se producen estos días, pero, ¿cuáles son los datos que cuentan estas historias?
Según los últimos datos de la EPA (2º trimestre 2018) en Castilla-La Mancha hay 188.160 personas con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, si comparamos estos datos con los del mismo trimestre de 2008, la población joven ha bajado un 17,8 por 100.
Si analizamos los datos de las estadísticas de migraciones, la emigración exterior en este mismo periodo (2008-2018) ha sido de 17.456 jóvenes con edades entre los 15 y los 24 años, si ampliamos hasta los 30 años la cifra sube hasta 36.488 personas y hasta las 56.341 si ampliamos hasta los 35.
CLM pierde población
La crisis, la ausencia de oportunidades de vida digna, la ausencia de servicios, empuja a las personas más jóvenes a salir en busca de las oportunidades que la región en la que han crecido o se han formado no les da, y aunque el conjunto del Estado, sin duda, se ha visto afectado por estas mismas circunstancias, los datos de migraciones interautonómicas señalan que el problema es aún mayor en Castilla-La Mancha, desde 2012 y de forma ininterrumpida Castilla-La Mancha tiene un saldo migratorio interautonómico negativo, acumulando hasta 2017 un saldo que supera las 25.000 personas jóvenes (entre 16 y 34 años).
En el último año perdimos una media de 3,8 personas por cada 1.000 habitantes y envejece, la proporción de personas mayores de 64 años ha crecido en más de un punto porcentual desde 2012 y en este mismo periodo la edad mediana en la región ha pasado de 39,8 a 43 años».
Nacen menos personas de las que mueren
Tras este panorama desolador encontramos un crecimiento vegetativo negativo (-1,63 en 2017, se registraron 835,76 nacimientos por cada 1.000 defunciones) y las cifras de movimientos migratorios de las personas más jóvenes ya comentadas. Claro que si analizamos la situación del empleo y de los salarios en Castilla-La Mancha es comprensible esta estampida de la población y el descenso de la natalidad».
La cifra de personas en desempleo ha crecido más del 80% desde el inicio de la crisis, 20% si nos fijamos en quienes tienen entre 16 y 24 años (a pesar de la pérdida de población)
Y si nos fijamos en las rentas, según la Agencia Tributaria, en Castilla-La Mancha el salario medio anual de quienes tienen entre 18 y 25 años es de 5.771€; 7.089€ en Cataluña, comunidad con la media más alta, aunque tampoco es para tirar cohetes.
Quienes tienen de 26 a 35 años en Castilla-La Mancha cuentan con un salario medio anual de 13.511€, 18.501€ en Madrid, comunidad con el salario joven más elevado. Por cierto, Madrid tiene un saldo vegetativo positivo y es el destino principal de quienes emigran de Castilla-La Mancha a otra región.
La historia que nos han contado estos datos es que ante la ausencia de empleo y de salarios dignos, las personas más jóvenes abandonan la región, a tierras cercanas como puede ser Madrid o a lugares más lejanos como en el caso de María y Sergio.
Y como esta historia no es fruto de la naturaleza o de circunstancias sobre las que no se puede actuar hay que buscar a quienes la provocan y a quienes con sus actuaciones equivocadas contribuyen o han contribuido a ella.
En este punto encontramos a quienes están acumulando la riqueza generada en la región, riqueza que no se traslada a la población vía estabilidad laboral y salarios dignos, encontramos a Gobiernos empeñados en destruir todo lo público para favorecer a esos que acumulan riqueza, Gobiernos que no han sido capaces o puede que no hayan querido poner en marcha políticas efectivas que pongan en el centro a las personas y no la maximización de los beneficios, Gobiernos que han legislado contra la parte más débil con reformas laborales, fiscales o de financiación autonómica.
Que vuelvan las millennials depende de las decisiones políticas y empresariales».