El juicio por la impugnación del expediente de regulación de empleo (ERE) de la empresa de telecomunicaciones Teletech ha quedado visto para sentencia, después de que los sindicatos CGT, CSIF, CCOO y UGT hayan expuesto sus puntos de vista.
Según han indicado a Efe fuentes de los sindicatos, el juicio se ha extendido durante unas tres horas y ahora ha quedado a la espera de que la Audiencia Nacional dicte la sentencia en las próximas semanas.
En ella, el tribunal podría declarar nulos los despidos de Teletech, 650 de ellos en Toledo, lo que supondría la obligación por parte de la empresa de ofrecer indemnizaciones mayores a sus exempleados.
Los sindicatos CGT y CSIF impugnaron en septiembre el acuerdo alcanzado entre la empresa, CCOO y UGT para indemnizar con 35 días a los empleados indefinidos y 21 a los de obra y servicio.
Fuentes de CGT han indicado a Efe que estas indemnizaciones son discriminatorias, tanto por categoría como por la ubicación de los puestos de trabajo, y que «no había causa real para el ERE», sino que este fue «forzado» por la compañía.
Desde CSIF han confiado en la nulidad debido a las «numerosas irregularidades» detectadas en el proceso del ERE y a la debilidad de la defensa de la empresa, aunque han insistido en que ahora todo está en manos del tribunal.
UGT ha señalado que, tras la celebración del juicio, solo queda «esperar la resolución» para ver «si finalmente se declara nulo» el ERE.
En el caso de que se declaren nulos los despidos, se extinguiría la relación laboral con Teletech ante la imposibilidad de readmitir a los trabajadores y la multinacional estaría obligada a un mayor periodo de indemnización, de 45 días para los indefinidos y de 33 para los de obra y servicio.
Además, Teletech estaría obligada a abonar los salarios de tramitación desde la fecha del despido hasta la fecha de extinción judicial de los contratos de trabajo y tendría que reactivar el alta en la seguridad social de los trabajadores, manteniéndola hasta que fuera extinguida su relación laboral, con la consiguiente obligación de abonar las correspondientes cotizaciones.
El pasado 10 de julio, la multinacional norteamericana dedicada a la atención telefónica, comunicó a los trabajadores su decisión de cerrar en España, lo que supuso el despido de 1.500 trabajadores.