La Comisión de Economía y Presupuestos de las Cortes ha aprobado la Cuenta General de la Comunidad Autónoma del año 2010, pero el PP ha advertido que lo hacía como un ejercicio de responsabilidad, ya que el constante endeudamiento de entonces es el origen de los actuales ajustes.
Los dos grupos políticos representados en las Cortes han debatido y votado en Comisión las respectivas propuestas de resolución acerca de la Cuenta General de 2010, y ha sido aprobada la del grupo popular con la abstención del PSOE, mientras que la de éstos ha sido rechazada por la mayoría popular.
Ha defendido la resolución del PP José Manuel Tortosa, designado asimismo ponente del dictamen ante el pleno, quien ha señalado que su grupo aprobaba la Cuenta General del 2010 «haciendo un ejercicio de responsabilidad para el normal funcionamiento de la Administración».
Sin embargo, ha reprochado que la gestión de los recursos públicos que hizo en 2010 el gobierno socialista refleja su «fracaso» e «irresponsabilidad» para afrontar una situación de crisis.
Es el reflejo, ha continuado Tortosa, de la «famosa herencia» que recibió la presidenta regional, María Dolores de Cospedal.
Según ha dicho, la política errónea del gobierno del PSOE llevó a la Junta a la quiebra de las finanzas públicas.
El PSOE, por su parte, ha defendido que la merma de los ingresos hizo necesario recurrir al endeudamiento, pero dentro de los límites de la legalidad y con el objetivo de que los efectos de la crisis sobre los colectivos más desfavorecidos no fueran tan intensos, ha señalado la diputada del PSOE Delfina Carrasco
Por el contrario, el parlamentario popular ha recordado que el informe de la sindicatura de cuentas refleja que se hizo ese año una «contabilidad creativa» para intentar enmascarar una realidad, lo cual es, ha dicho, una gestión cuanto menos «irresponsable».
Se ha referido Tortosa a la falta de rigor presupuestario del equipo de gobierno socialista, que inflaba los ingresos, infradotaba los gastos y posteriormente, a través de modificaciones presupuestarias, «muchas de ellas sin financiación», volvía a aumentar el nivel de gasto, pese a saber que los ingresos no se iban a producir en la cuantía prevista.
Así se llegó en el ejercicio de 2010 a los 1.829 millones de euros de déficit, con un crecimiento respecto al año anterior del 42,7 por 100, que situó a Castilla-La Mancha como la comunidad autónoma con más déficit.
Además, el remanente de tesorería era negativo, lo que según Tortosa evidenciaba tensiones de liquidez para hacer frente a los pagos, es decir, «el gobierno de Barreda no pagaba a los acreedores».
Así la cifra de acreedores en el ejercicio de 2010 creció en un 50 por 100 y eso conducía a pedir más dinero prestado «para tapar los agujeros».
Se llegó a 5.150 millones de euros de deuda, con un crecimiento del 40 por 100 respecto al ejercicio anterior y que representa el 16,2 por 100 del PIB, de manera que Castilla-La Mancha también fue en 2010 la región donde más subió el endeudamiento.
La conclusión es, según Tortosa, la «total irresponsabilidad» de Barreda al gestionar los recursos públicos, pues optó por gastar más y más sin tener en cuenta la caída de los ingresos, y recurriendo para ello a la deuda, y aquí, ha dicho el diputado popular, se encuentra «el origen de todas las medidas de ajuste que se han tenido que tomar hoy».
Desde las filas del PSOE, Delfina Carrasco ha señalado que el gobierno se endeudó, pero «dentro de los límites de la legalidad» y con el objetivo de que «los efectos de la crisis sobre colectivos más desfavorecidos no fueran tan intensos».
Ha insistido en que en 2010 no quedó sin pagar ninguna factura de años anteriores, aunque ha admitido que ese año la situación «empeoró un poco», pero «actualmente la situación de pago tampoco está mucho mejor», ha dicho Carrasco, quien ha añadido que la Junta no paga a los ayuntamientos y eso nunca había ocurrido.
Le ha respondido Tortosa que el gobierno socialista optó por «mirar más sus intereses partidistas y afrontar unas elecciones con ese nivel de gasto y engaño en vez de aplicar una política presupuestaria rigurosa que corrigiese los problemas que se generaban por el descenso de ingresos».
Carrasco ha señalado el alto nivel de ejecución presupuestaria del ejercicio de 2010 y que en el informe del síndico no se han advertido infracciones, abusos o irregularidades.