El PP de Castilla-La Mancha ha denunciado hoy que el déficit de la región en septiembre, del 0,53 por ciento, es el quinto más alto de las comunidades autónomas, sólo por detrás de Murcia, Navarra, Extremadura y Cantabria.
En un comunicado, el portavoz del grupo popular en las Cortes, Francisco Cañizares, ha analizado los datos publicados hoy por el Ministerio de Hacienda, que indican que Castilla-La Mancha ha cerrado septiembre con un déficit del 0,53 por ciento del PIB, hasta los 208 millones, lo que supone un descenso de 106 millones de euros en comparación con el mismo mes del año pasado, cuando la región acabó septiembre con una desviación del 0,84 por ciento.
A raíz de estos datos, Cañizares ha señalado que Castilla-La Mancha ha incrementado su déficit «en más del 43 por ciento en tan solo un mes», lo que ha achacado al «descontrol que hay en el Gobierno de Emiliano García-Page de las cuentas públicas».
En este sentido, ha recordado que los Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2016 estaban elaborados para no superar un déficit del 0,3 por ciento del PIB, pero que, con el dato conocido hoy, casi se ha doblado al finalizar el tercer trimestre de este año.
De este modo, ha denunciado que Castilla-La Mancha se sitúa entre las comunidades autónomas con mayor déficit al estar entre las cinco peores, por haber multiplicado por tres la media de todas, que es del 0,19 por ciento del PIB.
Cañizares ha apuntado que hay una previsión de que el objetivo de déficit se relaje hasta el 0,7 por ciento debido a la mayor flexibilidad que la Unión Europea ha concedido a España, pero ha augurado que, tras el incremento experimentado en el pasado mes de septiembre, «dicha cifra tampoco será suficiente para que el Gobierno socialista de Page cumpla».
Asimismo, Cañizares ha apuntado que la trayectoria de Castilla-La Mancha contrasta con la buena situación general de todas las comunidades autónomas respecto a 2015, debido a la favorable liquidación definitiva de los tributos de 2014 que se ha producido durante este ejercicio, lo que ha supuesto un sustancial incremento de los ingresos recibidos por las autonomías del sistema de financiación.