miércoles, 16 de abril de 2025
cumbre internacional del vino 25/10/2013junio 12th, 2017

El vino español se ha convertido en una «dura competencia» para los caldos franceses e italianos en Alemania, pero aún tiene una representación pequeña en Estados Unidos y sus variedades de uva, como tempranillo y garnacha, son poco conocidas en Reino Unido. Éstas son algunas conclusiones de las ponencias que se han desarrollado en la I Cumbre Internacional del Vino que se celebra en Toledo.

El consultor experto en el mercado alemán y habitual colaborador del ICEX, David Schwarzwalder, ha explicado que Alemania es el primer consumidor mundial de vinos espumosos y el cuarto consumidor de vino en cifras globales y ha resaltado la «insuperable» relación calidad precio de los vinos castellanomanchegos, «admitido incluso por la competencia», ha dicho.


Ha asegurado que España se ha convertido en «una competencia durísima» para los vinos italianos y franceses en Alemania, un país de 85 millones de habitantes con buenas perspectivas económicas ya que «crecerá sin cesar» hasta 2019, algunos años por encima del 2 por 100.

Alemania consume 21 millones de hectolitros de vino, de los que exporta 15 millones. Pero también produce vino, unos 9 millones de hectolitros, y exporta unos 4 millones, no solo de su vino sino de los que recibe a granel y embotella para reenviar a terceros países.

Según Schwarzwalder, las exportaciones de vino español han crecido en volumen y valor en los últimos años y ya se han convertido en «una competencia durísima» para los caldos italianos y franceses.

Ha subrayado que el vino blanco que demanda Alemania es un vino joven, con cierta acidez, moderado en alcohol y afrutado, que tiene un precio medio de 6 euros la botella.

Ha indicado que el consumo del total de bebidas alcohólicas en Alemania está bajando pero no a costa del vino, sino del coñac y los espirituosos.

Por su parte, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha y de la sectorial nacional del vino, Ángel Villafranca, ha destacado que del vino exportado por España a Alemania, el 65 por 100 está embotellado, el 15 por 100 son espumosos y entre el 20 y el 25 por 100 es granel.

EL CLIENTE ALEMÁN

Villafranca ha precisado que el cliente alemán da fiabilidad, confianza y tranquilidad pero es exigente y quiere eficacia en la calidad y en los tiempos de entrega, algo que el exportador debe tener en cuenta.

Frente a esta situación, el periodista y viticultor Víctor de la Serna ha explicado la «pobre» representación de Castilla-La Mancha en el mercado estadounidense teniendo en cuenta que las variedades de esta región no son las que interesan en aquel mercado, que quiere las internacionales cabernet o merlot.

Según los datos que ha ofrecido, España vende a Estados Unidos 50 millones de botellas al año, que son unos 40 millones de litros de vino.

Estados Unidos busca vinos con personalidad propia, según De la Serna quien ha destacado que un problema del vino castellanomanchego es el escaso número de viticultores que a la vez son elaboradores y embotelladores, ya que la mayoría vende a cooperativas o bodegas.

En cuanto a Reino Unido, que compra a España el 35 por 100 del vino espumoso que consume, el experto y consultor Tim Atkin ha destacado el escaso conocimiento que hay de las variedades de uva españolas como tempranillo o garnacha pese a que son «magníficas», ha concretado.

Ha instado a «hacer mejor vino» para vender más y ha resaltado la buena relación calidad precio en los caldos españoles, pero también ha subrayado que el mercado inglés es exigente y competitivo.

Enclm

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