La cuenta general de 2012, la primera que ha sido fiscalizada por el Tribunal de Cuentas tras la supresión de la Sindicatura de Cuentas regional, ha sido aprobada hoy en el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha con el voto del PP, mientras que el grupo socialista se ha mostrado en contra.
El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha intervenido en el pleno de las Cortes para aseverar que de este informe del Tribunal de Cuentas se deriva «una gestión rigurosa, responsable, que tiene respeto por los impuestos de los ciudadanos, que es transparente y que permite saber de verdad cómo están las administraciones públicas».
En la resolución aprobada, las Cortes destacan que el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas recoge el «importante esfuerzo» de Castilla-La Mancha tanto en la contención del gasto como en la obtención de mayores ingresos «sin que haya existido merma en los servicios fundamentales».
También se constata que la fiscalización realizada por el Tribunal de Cuentas «cumple con la obligación de transparencia y de control de las cuentas regionales» y considera que «queda patente que la supresión de la Sindicatura de Cuentas no ha supuesto ningún retraso ni merma en el control presupuestario».
Asimismo, se resalta en la resolución aprobada que «no se produjeron reparos planteados por la Intervención General, que tuviera que resolver el Consejo de Gobierno», al tiempo que anima a desarrollar las recomendaciones planteadas por el Tribunal de Cuentas para mejorar los mecanismos y sistema de información contable para dotar de mayor impulso a la transparencia y el control de los recursos públicos.
El diputado regional del PP José Manuel Tortosa ha resaltado que la aprobación de esta cuenta general refleja que la eliminación de la Sindicatura de Cuentas, «una medida de austeridad y supresión de duplicidades, no ha supuesto ningún retraso ni merma de control, sino todo lo contrario».
Ha recordado, asimismo, que esta Legislatura se han aprobado cinco cuentas generales, desde 2008 a 2012, y tres de ellas correspondientes exclusivamente del anterior Ejecutivo regional -en concreto 2008, 2009 y 2010-, que «por voluntad del gobierno socialista nunca fueron remitidas a las Cortes».
Por ello, ha resaltado que con la aprobación de la cuenta general de 2012 se cumplen con los principios de «transparencia y rigor» y con los compromisos del actual Gobierno regional de «someterse al control y evaluación de las Cortes».
Tortosa también ha valorado que el informe del Tribunal de Cuentas es «un reconocimiento al esfuerzo realizado por el actual gobierno de Castilla-La Mancha» y considera que las medidas adoptadas han sido «un acierto».
Asimismo, ha recalcado que con este informe se constata que Castilla-La Mancha cumplió el objetivo de déficit en 2012, un año en el que se ejecutaron unos presupuestos que supusieron «un cambio en la política económica de la región, basado en el rigor e introduciendo criterios de austeridad y eficiencia en la gestión de los recursos».
En cambio, la diputada socialista Delfina Carrasco ha criticado que se apruebe la cuenta general de 2012 sin esperar a que un representante del Tribunal de Cuentas comparezca en el Congreso de los Diputados, algo que sucederá en este mismo mes de marzo, o sin solicitar que este mismo representante acuda a las Cortes regionales.
«Pretenden evitar que se hable de los despidos de empleados públicos, que se han perdido prestaciones sociales y que se ha deteriorado la sanidad y la educación», ha denunciado Carrasco, que ha resumido esta última Legislatura al decir que «Castilla-La Mancha ha retrocedido a una región en blanco y negro».
Para apoyar este argumento, la diputada socialista ha indicado que las transferencias corrientes al Sescam se han reducido en un 35 por ciento, entre otros datos económicos.
La subida del paro a lo largo de la Legislatura, el descenso en el número de autónomos, el incremento en las tasas universitarias o el «retroceso» en la aplicación de la Ley de Dependencia son algunos de los resultados que, a su juicio, han supuesto la aplicación de las medidas aprobadas por el Gobierno regional.
Y todo ello, ha lamentado, «todos estos sacrificios no han ayudado a cumplir el objetivo de déficit», por lo que ha concluido que «todos sus recortes no han servido para nada en la región».