El talaverano Enrique J. Iñigo asegura que a sus 40 años está en una edad complicada para encontrar trabajo. Por eso decidió montar su propia empresa. Se hizo autónomo y lanzó un servicio que emprendedores, empresarios, grandes o pequeñas empresas necesitan, el de alguien que les administre las cuentas.
«Las circunstancias nos obligan al autoempleo», comentaba Enrique J. Iñigo a Encastillalamancha. A sus 40 años está decidido a ser «Tu administrativo», porque este emprendedor talaverano se dio cuenta de que la situación estaba muy complicada para encontrar un trabajo y, al final, las alternativas que tenía se resumían en dos: «Era o marcharme fuera de España o reciclarme». Por circunstancias familiares, optó por la segunda salida y se ha convertido en empresario-administrativo o en administrativo-empresario, al final el orden de los factores no va alterar el producto.
Asegura que «el volumen de negocio no es igual en estos momentos en las empresas y, muchas veces, no se puede contratar a alguien para que lleve las cuentas del negocio. En muchas ocasiones, lo asumen los propios empresarios quitándose horas de su trabajo o de su tiempo en familia», comentaba Enrique, quien ha decidido ser él la solución a ese problema a través de «Tu Administrativo», desde donde ofrece a las empresas un servicio para hacerlo de forma telemática.
«Nos amoldamos al cliente; si quiere que vaya a su casa, voy» y, si no, pues por teléfono, email, Skype… «Cualquier medio es bueno para realizar las tareas administrativas y contables del día a día», aseguraba.
EN UNA FRANJA PELIGROSA
Enrique puso en marcha su proyecto el verano pasado, porque «los de mi edad estamos en una franja peligrosa, en el limbo», comentaba este talaverano quien llevaba poco tiempo en el paro y no estaba dispuesto a pasar ahí muchos meses más.
Ahora es el momento de la promoción por lo que está presentando su proyecto en diversas ferias. Está convencido de que «un negocio gestionado de forma eficiente reporta más beneficios» y, además, «contratándonos reducirá sus costes» porque solo hay que pagar por los servicios que se necesite en ese momento y el tiempo necesario.
Reacio a pedir ayuda económica, considera que es fundamental para los emprendedores «más facilidades» a la hora de montar el negocio, mejorar la burocracia, más coordinación… «Si al final el proyecto fracasa, tendrías que devolver un dinero que no tienes», comentaba Enrique, que sigue a rajatabla el consejo que le dio un buen amigo emprendedor y que se resume en «no cargarse de piedras porque interesa ir ligero para ir llegando poco a poco».